

Cada 6 de julio, el Día Latinoamericano del Pollo resalta la importancia de esta proteína en la región. En Bolivia, el pollo no es solo comida, sino una tradición arraigada en los hogares y la gastronomía local. Con un consumo per cápita superior a 45 kg por persona, el país se posiciona entre los mayores consumidores de esta carne en América Latina, según datos de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA).
El pollo domina la mesa boliviana
Un análisis de PedidosYa, la plataforma líder en delivery y quick-commerce en América Latina, revela que el 40% de los pedidos realizados en Bolivia durante el último año incluyen pollo. Esta cifra refleja la preferencia de los usuarios por este alimento versátil. Además, 6 de cada 10 restaurantes en la plataforma ofrecen platos con pollo, desde opciones tradicionales como el pollo frito o a la leña hasta propuestas innovadoras que conquistan nuevos paladares.
Una pasión que trasciende generaciones
El pollo está presente en la vida cotidiana de los bolivianos, sin distinción de generaciones o momentos del día. Un dato curioso de PedidosYa destaca que una persona realizó 462 pedidos con pollo en un año, equivalente a más de un pedido diario, consolidándose como el mayor fanático del pollo en el país. Esta popularidad se refleja en la variedad de preparaciones disponibles, que combinan tradición y creatividad culinaria.
Pollo Fest: celebrando una tradición
Para conmemorar el Día Latinoamericano del Pollo, PedidosYa organizará el Pollo Fest del 14 al 20 de julio. Durante este evento, los usuarios encontrarán descuentos desde el 15% en una amplia selección de restaurantes. Stephan Pelaez, Gerente de Marketing de PedidosYa Bolivia, afirmó: Esta iniciativa busca hacer más accesible el disfrute del pollo, fortaleciendo su lugar en la cultura gastronómica boliviana.
Un pilar de la gastronomía y la economía
La relevancia del pollo trasciende lo culinario, siendo un motor clave para el sector avícola en Bolivia. La ALA subraya que esta proteína no solo es accesible y nutritiva, sino también un pilar económico para la región. En un país donde el pollo une a las familias y define tradiciones, su protagonismo en la mesa está más vigente que nunca.
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