Santa Cruz no se rinde ante la crisis
Pocas veces en la historia del complejo oleoproteico de la soya boliviana se ha visto una situación tan preocupante y dolorosa como la que atravesó este sector en 2024. La drástica caída en la exportación de soya y sus derivados no es un tema menor. Al ser el tercer rubro con mayor generación de divisas para el país, después de los minerales e hidrocarburos, su declive representa un fuerte golpe para la economía. En un momento en que Bolivia necesita dólares con urgencia, la pérdida de casi 700 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024 ha significado una presión adicional sobre el tipo de cambio y un impacto severo para los agricultores y toda la cadena productiva. El factor climático fue la principal causa de esta debacle exportadora de la llamada “reina de las Exportaciones No Tradicionales”. No […]