Y no son nimiedades…
El 20 de julio de 2017 publiqué en esta columna un artículo titulado “Laris” —que no tiene ninguna relación con un candidato a vicepresidente—, en el que criticaba a las autoridades ediles de La Paz por haber incluido a la salteña en una lista de más de 20 alimentos considerados parte del patrimonio gastronómico de ese municipio. Fue el inicio de una larga pugna que se tradujo en dos libros, decenas de artículos y un viaje a Puno para explicar a los habitantes de esa ciudad peruana que la famosa empanada no tuvo su origen allí, donde la datan en la década de los setenta del siglo XX. El artículo mencionado me costó varios ataques de personas que consideraban que el origen de la salteña era un tema de tercer orden, indigno de ocupar espacios de opinión como este. Lo […]