DW.- Rusia lanzó en la madrugada del jueves más de cuarenta misiles y cerca de cuarenta drones contra distintas partes de Ucrania. La una nueva oleada de ataques que tuvo como principal objetivo infraestructuras críticas ucranianas, denunció el presidente Volodímir Zelenski.
“Una parte de los misiles y de los (drones) Shahed pudieron ser derribados. Por desgracia, sólo una parte”, dijo en sus redes sociales Zelenski, que destacó la “vileza” de los ataques perpetrados por Rusia contra la región de Járkov y su capital homónima.
Según el jefe adjunto de la oficina presidencial ucraniana, Oleksí Kuleba, más de 200.000 personas se han quedado sin luz en esa región, contra la que Rusia ha intensificado sus ataques en las últimas semanas.
También fueron atacadas infraestructuras de las regiones de Kiev (norte), Zaporiyia (sureste), Odesa (sur) y Leópolis (oeste), informaron las autoridades ucranianas.
Poco antes, el ministro de Energía, Herman Galushchenko, informó de ataques contra “infraestructuras de generación y distribución en Járkov, Zaporiyia, Leópolis y Kiev”. “Los trabajadores del sector trabajan para reparar los efectos” de los ataques, dijo el ministro en Facebook.
Rusia comenzó a finales de marzo su peor campaña de ataques contra el sistema eléctrico desde que a finales de 2022 dejara sin luz y calefacción durante semanas a millones de ucranianos con sus golpes al sistema energético. También en esta oleada de ataques se ha dañado buena parte de las infraestructuras de generación y distribución de energía ucranianas.
Zelenski volvió a pedir este jueves a sus aliados que reaccionen con urgencia para cubrir las “necesidades críticas” de Ucrania en materia de defensa aérea.