La misión de Sokol
La polémica sobre la posible captura de Evo Morales por aberrantes abusos sexuales contra menores durante su ejercicio del poder se ha reinstalado por obra y gracia del propio caudillo cocalero. Ya se ha designado a un nuevo comandante de la Policía que, en sus primeras declaraciones públicas, aseguró que se ejecutarán sin distinciones todas las órdenes de aprehensión —alrededor de cinco mil— libradas por el sistema judicial y notificadas a su institución. Algo que atormenta a Morales es desaparecer de la agenda pública. En su afán por reposicionarse, le solicitó al presidente Rodrigo Paz una reunión para discutir el pliego petitorio de las seis federaciones cocaleras del Trópico. «Mañudo», le respondió el mandatario y le pidió que viaje a La Paz si realmente desea reunirse. Jorge Quiroga, líder de Libre, saltó al ruedo y exigió que, en lugar de […]



