

El Banco de Desarrollo Productivo Sociedad Anónima Mixta (BDP-SAM) conmemora su 18° aniversario como un referente en el financiamiento del sector productivo boliviano. Desde su fundación el 28 de marzo de 2007, esta entidad ha impulsado el crecimiento económico con un enfoque inclusivo y sostenible, transformando la vida de miles de productores en los nueve departamentos del país, mientras promueve la equidad y el cuidado del medio ambiente.
Con una visión innovadora, el BDP-SAM ha redefinido la banca de fomento en Bolivia al priorizar recursos propios y combinar financiamiento con asistencia técnica. Su trabajo se organiza en seis ejes principales: Primer Piso, Segundo Piso, Fideicomisos, Asistencia Técnica, Finanzas Sostenibles e Inteligencia Productiva, lo que le permite atender de manera integral las necesidades del sector.
Evolución y alcance financiero
En sus inicios, el banco operó exclusivamente a través de las líneas de Segundo Piso y Fideicomisos, canalizando recursos mediante otras entidades financieras y gestionando fondos sectoriales. Actualmente, administra una cartera de Bs 2.359 millones en Segundo Piso, beneficiando a 125.251 clientes, y Bs 528 millones en fideicomisos, con 12.070 productores atendidos. Desde su creación, ha manejado Bs 7.140 millones en fondos fiduciarios.
Un punto de inflexión llegó en 2015 con la apertura de su primera agencia en El Alto, marcando el inicio de la línea de Primer Piso, que ofrece créditos directos a productores. Hoy, el banco cuenta con 38 agencias a nivel nacional, una cartera de Bs 4.405 millones y 61.438 clientes, consolidando su presencia y alcance.
Liderazgo en sostenibilidad
El BDP-SAM se destaca como pionero en finanzas sostenibles en Bolivia. En 2022 lanzó Ecoeficiencia BDP, el primer producto verde del sistema financiero nacional, con herramientas para medir su impacto ambiental. Al año siguiente, emitió los primeros Bonos Verdes del país, respaldados por certificaciones internacionales que refuerzan su compromiso con la sostenibilidad.
En 2024, obtuvo la acreditación del Fondo Verde para el Clima (FVC), lo que le permite acceder a recursos de hasta $us 250 millones para proyectos de mitigación y adaptación climática. Además, presentó el crédito Adapta BDP, diseñado para reducir riesgos climáticos mediante financiamiento y asesoría técnica especializada.
Innovación al servicio de los productores
La transformación digital es otro pilar del banco. A través de su Centro de Inteligencia Productiva, centraliza datos económicos y financieros para optimizar decisiones. Entre sus herramientas destacan el Mapa de Complejidades, que muestra actividades productivas locales; el Sistema Agroclimático, con alertas y pronósticos para agricultores; y Iñarandú, una plataforma digital que analiza microcréditos con información detallada de más de 200 actividades productivas. Estas soluciones facilitan la planificación financiera y el acceso a datos clave para los productores.
Con una estructura financiera robusta y propuestas innovadoras, el BDP-SAM impulsa sectores estratégicos como la agricultura, la ganadería y la manufactura, al tiempo que identifica nuevas oportunidades para fortalecer la economía boliviana. En sus 18 años, se ha consolidado como un motor de desarrollo, alineado con los retos económicos, sociales y ambientales del país, demostrando que el progreso productivo puede ser inclusivo y sostenible.
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