

En una reunión marcada por la tensión, el Gobierno y dirigentes de transportistas abordaron este viernes la escasez de combustibles y el paro de 48 horas anunciado para el próximo lunes. El encuentro, celebrado en el Palacio de las Comunicaciones de La Paz, culminó con la salida del presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Marcel Claure, tras fuertes reclamos de los choferes, quienes lo acusaron de dividir al sector y actuar con «soberbia y prepotencia».
La jornada comenzó con protestas de los transportistas, que corearon “¡Fuera, fuera, fuera!” para exigir la destitución de Claure. Lucio Gómez, dirigente de la Confederación Nacional de Choferes de Bolivia, señaló que el funcionario «ha dividido a la dirigencia» y pidió su salida inmediata. «Venimos con disposición al diálogo, pero nos encontramos con soberbia», afirmó Gómez. Tras la retirada de Claure, las negociaciones continuaron con la participación de los ministros de Economía, Marcelo Montenegro; de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo; y de Obras Públicas, Edgar Montaño, junto al viceministro de Política Tributaria, Jhonny Morales, y el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
Carreteras y tarifas, en el centro del debate
Los transportistas aprovecharon la reunión para denunciar el deterioro de las carreteras, un problema persistente que complica su trabajo diario. Aunque las tarifas de transporte en La Paz subieron recientemente de Bs 2 a Bs 2,40, las juntas vecinales aseguran que este incremento no mejora la calidad del servicio ni elimina los «trameajes», cobros adicionales ilegales que persisten en el sector.
Edson Valdez, líder de la Federación de Choferes de La Paz, confirmó que el paro de 48 horas sigue en pie para el lunes, pero indicó que evaluarán los avances del diálogo antes de tomar una decisión final. «Asistimos por respeto a la Confederación, pero no descartamos ajustes según los resultados», explicó.
Un conflicto con impacto nacional
La expulsión de Claure evidencia las crecientes fricciones entre el Gobierno y los transportistas, un sector vital para la economía y la movilidad en Bolivia. La falta de acuerdos en temas como el abastecimiento de combustibles, el estado de las vías y las tarifas podría profundizar la crisis, afectando a miles de ciudadanos que dependen del transporte público.
Mientras las negociaciones avanzan, la población aguarda una solución que evite el paro y garantice tanto el suministro de combustible como mejoras en la infraestructura vial y el servicio de transporte.
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