Bolsitas asesinas, vicio boliviano

Artículo arrow_drop_down
columna de opinión

¿Qué es lo primero que extraña un boliviano que se muda a Santiago, Buenos Aires, San José o Panamá? La respuesta es simple y evidente: las bolsas plásticas que envuelven, casi simbólicamente, a nuestro país. Se han convertido en un vicio social que ha sobrepasado cualquier recomendación o intento de control.

Hoy en día, forman parte de los «buenos modales» plurinacionales, en especial en el comercio. Son un símbolo de identidad y costumbre. Tanto es así que, si alguien rechaza una bolsa, suele recibir miradas de extrañeza, como si se tratara de una excentricidad o, peor aún, de un desprecio a la cortesía. «¡No quiere bolsita, dice!», murmuran algunos entre risas o gestos de asombro.

La «bolseada», por llamarla de alguna manera, parece ser una norma implícita en el protocolo de ventas. Es común escuchar a los jefes instruir a los vendedores: «Siempre dales la mercadería en bolsita. Y si hace falta, ponle dos. No te vayas a ‘michar’, que hay hartos paquetes de bolsas». Para muchos comerciantes, ofrecer una bolsa es un acto de generosidad y profesionalismo. Para más de un cliente, es un gesto de respeto: «¡Cómo va a ser que ni bolsita tenga!».

El fenómeno es evidente en la mayor cadena de supermercados del país. Ahí, cajeros y asistentes despliegan una destreza notable: con un solo movimiento, desojan, desenrollan e inflan las bolsas para luego separar los productos y acomodarlos en su respectivo envase plástico. Si son demasiados, recurren a una «híper bolsa» para transportarlos.

Los clientes, agradecidos, saben que ese nuevo lote alimentará la infaltable «bolsa de bolsas» en sus hogares. No sorprende que cuando una cadena competidora intentó una iniciativa ecológica, el rechazo fue tal que no tuvo más remedio que ceder ante la «bolsitosis aguda» que aqueja a Bolivia.

Si esto sucede en supermercados y comercios de prestigio, el resto no se queda atrás. Cafeterías, hamburgueserías, quioscos de jugos, puestos de choripanes… Todos basan su distribución en bolsas plásticas. Es un exceso absoluto: bolsas para los sándwiches, minúsculas bolsas para los condimentos, vasos plásticos con bombillas plásticas, botellas plásticas dentro de bolsas plásticas. Y, por supuesto, los vendedores completan el cuadro con guantes plásticos y barbijos desechables. En las promociones, el «premio» es una gaseosa en botella PET. «Casero, ¿no quiere bolsita para la botella?».

La creatividad en el uso del plástico no tiene límites. Las bolsas se han convertido en vasos para mocochinchis, refrescos de canela y hasta combinados de quinua con manzana. En fiestas o apuros, también sirven para bebidas alcohólicas. En Navidad, los tradicionales canastones han sido reemplazados por bolsones plásticos.

Y luego está el reciclaje, si es que se le puede llamar así. Se fabrican pelotas con bolsas, botas de bolsas, guantes y gorros de peluquería. Existen las bolsas «asfixiantes» usadas en asaltos y hasta «paracaídas» plásticos como juguetes infantiles. En las protestas, se las usa para lanzar objetos a los policías. En situaciones extremas, se convierten en improvisados recipientes para emergencias fisiológicas. Y finalmente, cuando ya no pueden cumplir ninguna función, terminan como desechos errantes, contaminando calles, ríos y campos.

Así, no es de extrañar que al viajar a ciertos países, muchos bolivianos noten la ausencia de este mundo de bolsas. Un mundo del que 127 países ya han decidido apartarse, 27 de ellos por completo. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en 2021 Bolivia consumía unas 142.700 toneladas de plástico al año. Antes de la pandemia, estudios estimaban que el país utilizaba cerca de 4.000 millones de bolsas plásticas anuales, cifra que seguramente creció con las medidas biosanitarias de 2020.

No se trata sólo de consumir bolsas de manera indiscriminada. Hay abundante evidencia sobre su impacto contaminante y su lenta, pero nociva degradación. La WWF estima que al menos el 5% del plástico desechado en Bolivia termina en botaderos a cielo abierto o cuerpos de agua, contaminando la naturaleza y afectando los ecosistemas.

Las advertencias sobre su uso en alimentos también se han multiplicado. En Bolivia, no sólo se consume plástico, sino que también llueve y se respira plástico. Un estudio de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN), titulado «Una lluvia de plástico… literal», describe la caída de micro y nanoplásticos en diversas regiones del mundo.

Los microplásticos, menores a 5 milímetros, y los nanoplásticos, que pueden atravesar membranas celulares, se generan al degradarse los desechos plásticos. Según estudios, casi cualquier objeto plástico libera partículas al ambiente. En particular, las bolsas contienen aditivos tóxicos como bisfenol A (BPA) y ftalatos, vinculados con problemas hormonales, infertilidad y cáncer. Al descomponerse, liberan compuestos que contaminan suelos y agua. Su quema genera dioxinas y furanos, sustancias altamente tóxicas para la salud humana.

Para quienes dejan bolsas en el campo, sería útil recordarles su impacto. En los cultivos, afectan la calidad del suelo y la absorción de agua y nutrientes. Muchos animales confunden el plástico con alimento, acumulando toxinas que luego llegan a los humanos a través del consumo de carne y pescado.

Finalmente, en época de lluvias, las bolsas acumuladas obstruyen desagües, provocando inundaciones y facilitando la propagación de enfermedades como el dengue y la malaria.

¿Será posible regresar a los tiempos en que las bolsas reutilizables o las canastas artesanales eran la norma? ¿Tan complicado sería exigir que las bolsas se vendan en vez de regalarlas? ¿Hablarán de esto los candidatos presidenciales? Tal vez así podríamos empezar a ser ciudadanos normales en el mundo y dejar de extrañar, como adictos, un objeto que tantos países han decidido erradicar por el bien común.

Rafael Sagarnaga López es periodista.

La opinión expresada en este artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no representa una posición oficial de Enfoque News.

Sobre el autor

columna de opinión
trending_flat
Lucho, Tuto, Rodrigo y los pecados de la carne

Uno de los libros, al parecer, más prohibidos de la historia boliviana es el atribuido al célebre escritor e investigador Antonio Paredes Candia. Se asegura que se titula “Las mujeres, las amantes y las putas de los presidentes” y que diversas influencias y presiones se articularon para impedir la impresión de dicha obra. Quién sabe si algún día, a manera de documento desclasificado, saldrá a la luz y nos revelará o confirmará significativos datos sobre algunas extrañas decisiones gubernamentales. Paredes Candia falleció en diciembre de 2004. Se asegura que el texto abarca hasta las picardías palaciegas de 2002. Por ello, la mencionada obra, si se publicase en estos tiempos, hasta precisaría una edición aumentada. Al menos cuatro de los últimos seis presidentes han, si no callado elocuentemente, mal explicado los escándalos que protagonizaron. En todos los casos, no se trata […]

columna de opinión
trending_flat
Vicepresidencia, la pega golpista de la democracia boliviana

¿Habrá otro país en el mundo donde los vicepresidentes resulten tan peligrosos para la primera autoridad del país como en Bolivia? Basta recordar los últimos 80 años de historia para confirmar esta particularidad de la política nacional. De hecho, siete de los 14 vicepresidentes que tuvo el país en estas ocho décadas llegaron a ser presidentes, cinco de ellos cumpliendo la sucesión. A ello habría que sumar que, de los 14, diez se enemistaron con el primer mandatario y llegaron a niveles conspirativos, incluso altamente violentos. Extraño cargo el de los vicepresidentes bolivianos. A primera repasada, no se halla algo parecido ni en el entorno sudamericano ni más allá, salvo una muy pálida similitud en Perú y Ecuador. Lo cierto es que, desde Mamerto Urriolagoitia (1947-1949) hasta David Choquehuanca (2020-2025), parecieron más un incordio obligatorio que un colaborador estratégico para […]

columna de opinión
trending_flat
El encuentro entre los Kallahuayas y la IA

Una de las obras que revolucionó el comercio mundial e impulsó singulares cambios sociales y políticos fue el Canal de Panamá. Por entonces (finales del siglo XIX y principios del XX), se aceleraba el desarrollo tecnológico y, con él, los megaproyectos. Ferdinand de Lesseps, el primer impulsor de aquel canal (quien ya había construido el Canal de Suez), empezó a tropezar con un grave problema: las enfermedades tropicales diezmaban a cientos de trabajadores. Se contabilizaron alrededor de 27.000 muertos durante toda la construcción. Como es sabido, la solución la trajo un grupo de singulares bolivianos: los médicos naturistas de la región de Charazani, los médicos kallawayas. Los ejecutivos de aquella obra faraónica, al constatar el fracaso de la medicina oficial europea, apostaron por aquellos hoy célebres terapeutas. La historia oficial más difundida incide especialmente en la cura de la malaria, […]

columna de opinión
trending_flat
Los candidatos y su examen ante los dueños del agro

Al recordar la tragedia incendiaria que azotó Bolivia el año pasado, surge una preocupación inquietante: ninguno de los actuales candidatos a la presidencia asumió un papel protagónico frente al considerado mayor ecocidio en la historia del país. En detalle, ninguno se atrevió a señalar a los posibles responsables ni a exigir procesos, juicios o condenas por este desastre. Un silencio, por demás curioso, predominó ante la devastación de un territorio de dimensiones alarmantes: 12,6 millones de hectáreas, según la Fundación Tierra, un área que supera la extensión de países como Cuba, Bulgaria o Corea del Norte, entre otros cien territorios nacionales. Los candidatos se pronunciaron sobre temas como la economía, la crisis judicial o la política antidrogas, pero mientras miles de hectáreas ardían en cinco departamentos durante cinco meses, parecían desviar la mirada, silbando hacia un cielo ennegrecido. Sin embargo, […]

columna de opinión
trending_flat
Bolivia y su potencial para exportar vida sana

Expertos en diversas ramas relacionadas con la salud integral coinciden en cuatro factores clave para una vida orientada hacia una longevidad dinámica: ejercicio físico, descanso adecuado, capacidad para gestionar el estrés y alimentación saludable. Los primeros tres factores requieren la adaptación y organización del entorno en que vivimos, así como de nuestros hábitos personales. En este contexto, Bolivia cuenta con condiciones privilegiadas: aire puro, sol (esencial para la síntesis de vitamina D y el fortalecimiento del sistema inmunológico) y amplios espacios naturales. Estas ventajas se extienden incluso a las zonas altas, donde muchos han encontrado su pequeño oasis. Basta pensar en el entorno del lago Titicaca, el salar de Uyuni o el parque nacional Sajama, donde se organizan terapias naturistas tan singulares como reconstituyentes. Los valles y las zonas preamazónicas constituyen escenarios idílicos para liberar tensiones. No en vano, lugares […]

columna de opinión
trending_flat
¿Bolivia ecoturística?

El deterioro progresivo de la economía boliviana está transformando el panorama del turismo. Viajar al exterior se ha vuelto cada vez más difícil y costoso para los bolivianos, un contraste con el auge de las últimas décadas. Sin embargo, la devaluación del boliviano está atrayendo a más visitantes extranjeros. Hace apenas unos años, eran los bolivianos quienes cruzaban en masa hacia Argentina; hoy, la tendencia se ha invertido. Esta dinámica impulsa una creciente inclinación por explorar los diversos atractivos de los departamentos bolivianos, tanto desde dentro como fuera del país. No obstante, la experiencia de estos turistas puede consolidar esta tendencia o frenarla. Un nuevo nicho de mercado comienza a tomar forma, y algunos ya le prestan atención. Bolivia, por su ubicación privilegiada en el corazón de Sudamérica, posee una biodiversidad extraordinaria, un recurso natural renovable que merece ser exhibido […]

Relacionado

columna de opinión
trending_flat
Presidente: informe mejor

Me refiero, específicamente, a la catastrófica confirmación de que los gobiernos anteriores robaron 15.000 millones de dólares de Bolivia. Digo “confirmación” porque no fue, precisamente, una novedad. El robo fue tan descarado que ocurrió ante nuestros ojos. Cada vez que nos enterábamos de una nueva denuncia de corrupción, simplemente movíamos la cabeza y nos preguntábamos cuánto sería ya la suma total. Ahora, por fin, tenemos al menos una idea. ¿Cuánto son 15.000 millones de dólares? El economista Gonzalo Chávez —a quien el gobierno de Luis Arce intentó encarcelar con argumentos absurdos— hizo comparaciones que ponen la piel de gallina. Solo mencionaré dos, por considerarlas especialmente terribles: equivalen al 30% del PIB boliviano o a la totalidad de las reservas internacionales que acumuló el Banco Central de Bolivia hasta 2015. Cuando el presidente Luis Arce Catacora presentó este dato, advirtió que […]

trending_flat
“Si no van a dar todo lo que tienen, levántense y váyanse”

Más de una vez se le escuchó decir: «Muerto el perro, se acabó la rabia», para explicar que, una vez identificada la causa, terminaba el problema. Era un verdadero líder, siempre frontal con sus ideas; por eso su célebre frase: «Si no van a dar todo lo que tienen, levántense y váyanse», porque estaba dispuesto a trabajar solo con quienes sudaran la camiseta. Filosófico como era, repetía que «estamos prestados y por poco tiempo». De ahí su pasión por la excelencia y, sobre todo, su mayor legado: su ejemplo. Hablo de Xabier Azkargorta, el entrenador de fútbol que hizo vibrar a Bolivia llevándola —en 1994, contra viento y marea y a pesar de los propios bolivianos— al Mundial de Estados Unidos, la primera y única vez por mérito propio. Si hay una frase suya que muchas veces parafraseo para motivar […]

trending_flat
Bolivia respira: El balotaje que atenuó la crisis económica

Sin duda, Bolivia atraviesa un momento histórico. El presente es extremadamente complejo: una economía en recesión técnica combinada con una inflación elevada representa una mezcla particularmente peligrosa para la población, cuyo poder adquisitivo se encuentra severamente reprimido y que enfrenta una fuerte presión hacia el aumento de la pobreza. Desde el balotaje hasta la fecha se ha producido un cambio radical en las expectativas y perspectivas económicas del país, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Han desaparecido las largas filas para adquirir carburantes, y el renovado apoyo internacional junto con el acceso a financiamiento externo han sido determinantes para mejorar indicadores sensibles que también responden a factores políticos. A continuación, un resumen muy breve de los principales avances: Dólar paralelo: El 19 de octubre de 2025, día del balotaje, alcanzó un pico de Bs 15, nivel que retrocedió en […]

trending_flat
Starlink en Bolivia: ¿revolución digital o espejismo orbital?

El reciente anuncio del presidente Rodrigo Paz sobre la llegada de Starlink ha despertado entusiasmo y grandes expectativas. ¿Será este el punto de inflexión que transforme la conectividad nacional y cierre la brecha digital que aún separa a millones de bolivianos? Es momento de analizar si Starlink representa el salto tecnológico que Bolivia necesita, o si sus promesas orbitan más cerca de la ilusión que de la realidad. Durante semanas, las redes sociales bolivianas se llenaron de entusiasmo. Algunos proclamaron el fin de Entel, Tigo y Viva; otros anunciaban que por fin llegaría “el internet más rápido del mundo” a cada rincón del país. Sin embargo, como suele ocurrir en temas de innovación, el ruido mediático suele ser más veloz que la comprensión técnica. Para entender realmente lo que significa la entrada de Starlink a Bolivia, hay que separar el […]

columna de opinión
trending_flat
Justicia y cultura = aceite y agua

El nuevo gobierno ha intentado fusionar el Ministerio de Minería y Metalurgia con el de Hidrocarburos y Energías, que maneja Mauricio Medinaceli, y no lo ha logrado. Sectores mineros de Oruro y Potosí reaccionaron, en ese orden, y el gobierno anunció que revisará la medida. En español, eso tiene un nombre: recular. Pero recular no es malo si el retroceso es por una buena causa. En el caso de Minería, tengo mis dudas. Además de la exigencia de Oruro y Potosí, los cooperativistas mineros ya han manifestado que el ministro debería ser alguien de su sector, lo que significaría volver a la perniciosa práctica de entregar espacios de poder a los colectivos sectoriales, que el MAS denominaba “organizaciones sociales”. Ya en su momento se advirtió que no se le podía entregar el Ministerio de Minería a los cooperativistas, porque era […]

trending_flat
“Bolivia, Bolivia, Bolivia, Bolivia… ¡siempre Bolivia!”

El 7 de noviembre de 2025, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, se dio algo más que una cumbre: se vivió un reencuentro. Más de 2.000 empresarios bolivianos, junto a delegaciones empresariales extranjeras y altos representantes de países y organismos internacionales —entre ellos la Unión Europea— abarrotaron el pabellón donde se exhibió la calidad de los productos nacionales y se escucharon vibrantes discursos y preclaros paneles técnicos con especialistas; todo ello, con una sensación no vista en mucho tiempo: la de un país que, tras dos décadas de un intento socialista que lo llevó a la crisis, ha decidido cambiar de rumbo. La Cumbre Visión Bolivia 2025, organizada por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) a pedido del entonces presidente electo Rodrigo Paz Pereira —posesionado como tal un día después—, reunió a seis […]

Sé el primero en dejar un comentario

Deja un comentario

Periodismo con perspectiva, información con responsabilidad

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” Proverbios 3:5-6

Registro

Ingrese sus datos

Ir Premium!

Enjoy the full advantage of the premium access.

El siguiente plugin se activó correctamente

Unfollow Cancelar

Cancelar

Are you sure you want to cancel your subscription? You will lose your Premium access and stored playlists.

Volver Confirme la información