

La crisis de combustibles en Bolivia se agrava por la escasez de divisas, lo que ha generado desabastecimiento en distintas regiones del país. Ante esta situación, el sector empresarial responsabilizó al Gobierno de garantizar el suministro y advirtió sobre las graves consecuencias económicas de la escasez.
Pablo Demeure, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC), subrayó que el Estado tiene la obligación de asegurar la provisión de carburantes a nivel nacional. “Es una responsabilidad que debe cumplir el Gobierno. El desabastecimiento tendrá efectos gravísimos en la economía del país”, enfatizó.
El reclamo del sector privado surge luego de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitiera su incapacidad para abastecer a los sectores productivos en el corto plazo. Demeure criticó las declaraciones de autoridades gubernamentales, entre ellas el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, y el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quienes atribuyeron la crisis a la falta de aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa.
“Están trasladando la responsabilidad a los asambleístas”, cuestionó Demeure, recordando que hay 16 proyectos de crédito pendientes de aprobación. “Si dependemos de eso, la situación es aún más crítica de lo que creemos”, advirtió.
El Gobierno argumenta que sin estos préstamos no cuenta con el flujo de divisas necesario para importar combustibles. No obstante, el empresariado considera que esta explicación evidencia la falta de soluciones inmediatas ante una crisis que ya afecta a la población.
Demeure señaló que las recientes declaraciones oficiales confirman la gravedad del problema. “Era un secreto a voces, pero ahora lo han admitido. Es evidente que no tienen una solución en camino”, afirmó.
Hasta hace poco, el Gobierno atribuía la escasez al desvío de combustibles y a la sobredemanda durante el feriado de Carnaval. Sin embargo, el lunes cambió su postura y reconoció abiertamente la crisis.
“Un país sin combustible no puede funcionar ni un día”, sentenció Demeure, instando a las autoridades a brindar transparencia y tomar acciones concretas para evitar que la población siga enfrentando incertidumbre y largas filas en las estaciones de servicio.
La escasez no solo afecta a los sectores productivos, sino también a la vida cotidiana de los bolivianos, quienes enfrentan dificultades para acceder a gasolina y diésel. Los empresarios exigen al Gobierno asumir su responsabilidad y garantizar el abastecimiento antes de que la situación derive en un colapso económico mayor.
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