

En un nuevo capítulo de la escalada comercial global, China anunció un aumento significativo de los aranceles sobre productos agrícolas y alimentarios provenientes de Canadá. La medida, que entrará en vigor el próximo 20 de marzo, es una respuesta directa a las restricciones impuestas por Ottawa el pasado octubre sobre vehículos eléctricos, acero y aluminio chinos. Este movimiento marca un nuevo frente en la guerra comercial que comenzó con las tensiones entre Estados Unidos y China, y que ahora involucra a otros actores clave como Canadá y México.
Según un comunicado del Ministerio de Comercio de China, el país asiático aplicará un arancel del 100% sobre el aceite de colza, las tortas de residuos oleaginosos y los guisantes importados desde Canadá. Además, se impondrá un gravamen del 25% a productos como pescados, mariscos y carne de cerdo. Estas medidas buscan contrarrestar las políticas comerciales canadienses, que Pekín considera “discriminatorias” y contrarias a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El origen del conflicto
La decisión de China responde a las medidas arancelarias que Canadá implementó en octubre de 2024, cuando Ottawa estableció un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos y del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes del país asiático. El Ministerio de Comercio chino calificó estas acciones como “una grave violación de las normas de la OMC” y un “enfoque proteccionista típico” que perjudica los intereses legítimos de China.
Este nuevo enfrentamiento entre China y Canadá se enmarca en un escenario comercial global cada vez más tenso. La guerra comercial iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018, con el aumento de aranceles a China y otros socios comerciales, parece estar lejos de resolverse. De hecho, la medida de Pekín refleja cómo los conflictos bilaterales se están expandiendo y afectando a más países. Mientras tanto, la Unión Europea observa con preocupación, anticipando que pronto podría enfrentar medidas similares por parte de Estados Unidos.
Consecuencias para los mercados
El aumento de los aranceles chinos a productos canadienses podría tener un impacto significativo en los mercados agrícolas y alimentarios. Canadá, uno de los mayores exportadores de aceite de colza y carne de cerdo, podría ver reducida su competitividad en el mercado chino, lo que afectaría a sus productores. Por otro lado, China podría buscar alternativas en otros países para abastecerse de estos productos, lo que podría reconfigurar las cadenas de suministro globales.
En resumen, la decisión de China de imponer aranceles a Canadá no solo intensifica las tensiones comerciales entre ambos países, sino que también refleja la creciente fragmentación del comercio internacional en un contexto de proteccionismo y disputas geopolíticas. Los próximos meses serán cruciales para determinar si estas medidas escalan aún más o si las partes logran encontrar una solución negociada.
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