El presidente del Estado, Luis Arce, reconoció que no vislumbra una solución inmediata para la escasez de diésel y dólares que enfrenta el país, apostando en cambio por proyectos de mediano y largo plazo para estabilizar la economía hacia 2026. Durante una entrevista con el portal Diario Red, Arce responsabilizó a su predecesor y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, y su gabinete de ministros por no haber comprendido ni implementado adecuadamente el modelo económico que él concibió, lo cual, según Arce, derivó en la crisis actual.
Arce criticó duramente la gestión de hidrocarburos durante el gobierno de Morales, señalando que la falta de inversión en exploración petrolera ha dejado a Bolivia en una posición de alta dependencia de las importaciones de combustibles. “En 2016 importábamos el 50% de la demanda nacional de diésel, hoy importamos el 86%, realmente estamos mal”, lamentó el mandatario, destacando que su gobierno está corrigiendo esos errores a través de nuevos proyectos de exploración, como el reciente descubrimiento en Mayaya, al norte de La Paz.
Ante la pregunta sobre cómo su gobierno planea abordar la escasez de dólares y diésel, Arce expuso un plan que incluye la puesta en marcha de plantas de biodiesel en Santa Cruz y El Alto, con el objetivo de que hacia 2026 el país pueda cubrir el 60% de su demanda de diésel con producción nacional. Además, el presidente expresó que la participación del sector privado en estos proyectos podría elevar esa cifra al 80%, con la posibilidad de incluso exportar biodiesel a países vecinos.
El presidente también abordó las críticas sobre la falta de diversificación económica durante el gobierno de Morales, argumentando que, aunque la nacionalización de sectores estratégicos fue acertada, no se cuidó ni se potenció la inversión en hidrocarburos ni se exploraron otras fuentes de ingresos, como la minería y la agroindustria. Arce, quien fue ministro de Economía durante gran parte de la gestión de Morales, deslindó responsabilidades señalando que, pese a sus recomendaciones, no hubo un mandato claro desde la presidencia para implementar las medidas necesarias.
En cuanto al endeudamiento, Arce subrayó que la escasez de dólares también es resultado de la falta de aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa, donde las pugnas internas del MAS han impedido avanzar en proyectos clave. “Si se hubiera cumplido el programa de créditos, no habríamos tenido los problemas que hoy tenemos”, afirmó Arce, quien aseguró que su gobierno se ha visto obligado a utilizar las reservas internacionales, que han disminuido significativamente desde que asumió el cargo.
Finalmente, el presidente descartó recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para aliviar la crisis de divisas, argumentando que las condiciones impuestas por esta institución son asfixiantes y que la autonomía en la política económica es clave para evitar un deterioro acelerado de la economía, como ocurrió en Argentina bajo la gestión de Alberto Fernández.
Luis Arce dejó en claro que su enfoque está en corregir los errores del pasado y cimentar una base sólida para la recuperación económica, pero admitió que los resultados no serán inmediatos y que el país deberá esperar hasta 2026 para ver un alivio significativo en la crisis actual.