
El pasado 17 de diciembre, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo N° 5503, que incluye diversas medidas económicas, entre las cuales destaca la eliminación de la subvención a los carburantes. Como consecuencia, el precio del diésel aumentó un 163%, el de la gasolina un 86% y el del GNV un 64%. Este ajuste impactó directamente en los costos del transporte público, aunque el sector ha incrementado las tarifas sin un sustento técnico sólido.
Estructura de costos y precio del pasaje del transporte urbano en Bolivia
Este análisis explica de manera sencilla y didáctica cómo debería determinarse el precio del pasaje en el transporte público urbano boliviano tras la eliminación de la subvención a los carburantes.
1. ¿Cómo se compone la estructura de costos del transporte urbano?
El precio del pasaje no depende exclusivamente del combustible. Técnicamente, los costos se distribuyen de la siguiente forma aproximada:
Combustible (25% – 35%): diésel, gasolina o GNV.
Mano de obra (20% – 25%): salarios del conductor y ayudante.
Mantenimiento y repuestos (15% – 20%): llantas, frenos, aceites.
Depreciación del vehículo (10% – 15%): recuperación de la inversión.
Costos financieros (3% – 5%): créditos e intereses.
Costos administrativos (3% – 5%): seguros, impuestos.
Margen empresarial (5% – 8%): ganancia mínima para sostener la operación.
En Bolivia, los principales indicadores de costos del transporte urbano son: consumo de combustible, costo del combustible, eficiencia del combustible, impacto económico del combustible, gastos fijos y operativos.
2. Indicadores técnicos para evitar ajustes arbitrarios
Para establecer tarifas justas, se emplean indicadores técnicos que miden eficiencia y demanda real:
IECP (Eficiencia de Combustible por Pasajero): litros consumidos por pasajero transportado.
– Microbús (21 pasajeros): 0,045 – 0,055 litros/pasajero.
– Trufi (8 pasajeros): 0,060 – 0,075 litros/pasajero.
PK (Pasajeros por Kilómetro): pasajeros efectivamente transportados por kilómetro recorrido.
– Microbús: 12 – 15 pasajeros/km.
– Trufi: 5 – 6 pasajeros/km.
Consumo por 100 km: refleja el estado mecánico del vehículo.
– Microbús: 18 – 22 litros/100 km.
– Trufi: 14 – 16 litros/100 km.
Estos indicadores permiten evaluar la eficiencia del servicio, tomar decisiones técnicas informadas y contribuir a su sostenibilidad y menor impacto ambiental.
3. ¿Cuál debería ser el precio justo del pasaje?
Considerando los incrementos en carburantes (diésel +163%, gasolina +86%, GNV +64%) y las reducciones de costos introducidas por el DS 5503, los precios técnicamente recomendados son:
Microbús (21 pasajeros): Bs 2,50 – Bs 2,70.
Taxi trufi (8 pasajeros): Bs 3,00 – Bs 3,20.
Nota: Estos valores son referenciales y estándares. Pueden variar según modelo del vehículo, tipo de motor, ruta, departamento o municipio donde opera el servicio.
Conclusión técnica
Un incremento del 100% en el pasaje no está respaldado por la estructura real de costos. El ajuste razonable se sitúa entre el 25% y el 35%. Aplicar indicadores técnicos protege tanto a los usuarios como a los transportistas.
Aspectos clave a considerar:
- El combustible impacta, pero no determina completamente el precio del pasaje.
- Otros costos se han aliviado gracias al DS 5503 (repuestos, llantas, mantenimiento).
- Indicadores como IECP y PK deberían ser obligatorios para fijar tarifas.
- El ajuste razonable del pasaje urbano debe ubicarse entre 25% y 35%.
Recomendaciones importantes
Eliminar la subvención genera inflación, y el transporte público actúa como precio ancla: un aumento irracional arrastra al resto de los precios. Por ello, el pasaje no puede fijarse únicamente por presión sectorial, sino de forma técnica, gradual y condicionada a mejoras de eficiencia.
Regla de oro: El combustible no debe pesar más del 35% en el ajuste tarifario, aunque su precio haya subido más.
Razones: no representa el 100% del costo, otros rubros se han abaratado y trasladar el shock completo genera inflación en cadena.
Ajuste tarifario recomendado: Subidas mayores carecen de respaldo técnico, alimentan la inflación y castigan más al usuario que el propio aumento del combustible.
Condiciones obligatorias para autorizar incrementos
Exigir indicadores mínimos auditados:
✔ IECP (combustible por pasajero).
✔ PK mínimo por ruta.
✔ Consumo real por 100 km.
✔ Ocupación efectiva.
Sin eficiencia comprobada, no corresponde ajuste pleno.
Comparación de pasajes recomendados:
- Microbús (21 pasajeros): con subvención Bs 2,00; sin subvención Bs 2,50 – 2,70.
- Taxi trufi (8 pasajeros): con subvención Bs 2,50; sin subvención Bs 3,00 – 3,20.
Ajuste gradual:
– 1.ª etapa: +25% inmediato.
– 2.ª etapa: +15%–20% en 3–6 meses, condicionado a estabilidad inflacionaria.
Esto desacopla el pasaje de la inflación.
Mecanismo de protección social:
– Tarifa diferenciada para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad.
– Subsidio focalizado a la demanda (no al combustible).
– Revisión semestral técnica, no política.
Resumen
El peor error sería permitir que el pasaje absorba íntegramente el shock del combustible, convirtiendo un ajuste inevitable en una espiral inflacionaria. Un pasaje técnico y sensato ajusta costos reales, exige eficiencia, protege al usuario y contiene la inflación.
Por ello, el incremento de las tarifas debe ser estrictamente técnico y gradual. Los municipios, juntas vecinales y organizaciones civiles no deben negociar, sino velar porque el cálculo sea objetivo y no esté influido por consideraciones políticas.
Luis Fernando Romero Torrejón es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
La opinión expresada en este artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no representa una posición oficial de Enfoque News.



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