

Una nueva tecnología desarrollada en España permite detectar recaídas de cáncer de mama hasta 68 meses (5,6 años) antes de que sean clínicamente evidentes. Este avance, basado en un simple análisis de sangre, podría revolucionar el seguimiento post-tratamiento de las pacientes.
La herramienta ha sido creada por Altum Sequencing, una empresa impulsada por el Parque Científico C3N-IA de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Su objetivo es monitorizar la respuesta al tratamiento en pacientes con tumores sólidos, empezando por el cáncer de mama HR+, el subtipo más frecuente.
Cómo funciona la detección precoz
La metodología se inicia con una biopsia del tumor inicial para identificar las mutaciones genéticas específicas de cada paciente. Tras ello, se realiza un seguimiento mediante análisis de sangre periódicos que rastrean la presencia de ADN tumoral circulante (ctDNA) portador de esas mismas mutaciones.
La tecnología de secuenciación de nueva generación (NGS) empleada es extremadamente sensible. Es capaz de detectar una única célula tumoral entre un millón de células sanas en una muestra de sangre, superando ampliamente la sensibilidad de los métodos de diagnóstico actuales.
Ventajas y aplicabilidad
La principal ventaja de este sistema es su carácter mínimamente invasivo, versátil y personalizado. Al centrarse solo en las mutaciones relevantes de cada paciente, reduce significativamente los costes y minimiza el riesgo de falsos positivos.
Joaquín Martínez-López, presidente de Altum Sequencing, explica que el objetivo no es diagnosticar el cáncer, sino proporcionar a los médicos una herramienta eficaz para monitorizar la evolución de la enfermedad tras el tratamiento.
Más allá del cáncer de mama
Aunque los primeros resultados, publicados en la revista ‘Breast Cancer Research’, se centran en el cáncer de mama, el potencial de esta innovación es mucho mayor. La tecnología es aplicable a cualquier tumor sólido, como el cáncer de pulmón, y ya se probó inicialmente en cánceres hematológicos.
La empresa trabaja ahora para obtener las autorizaciones regulatorias necesarias en Europa y Estados Unidos. El objetivo final es hacer accesible esta herramienta en hospitales de todo el mundo y transformar el paradigma del seguimiento oncológico.
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