

Evelio Quispe Gallardo (37), un recluso del penal de Morros Blancos en Tarija, fue brutalmente torturado y lesionado con una amoladora por un grupo de internos. El hecho ocurrió luego de que la víctima se negara a pagar una extorsión de 10.000 dólares que le exigían dentro de la cárcel.
El ataque, que ha conmocionado a la opinión pública, se registró la mañana de este martes y evidencia los graves niveles de violencia y delincuencia intramuros que persisten en el sistema penitenciario.
Los hechos de la agresión
Según el relato de la víctima al que accedió Tinta Roja, el incidente comenzó cuando dos reclusos sacaron a Quispe de su celda alrededor de las 09:30. Fue llevado a un sector apartado del pabellón, donde al menos siete personas lo esperaban.
Los agresores lo golpearon y luego usaron una amoladora encendida para intimidarlo. La herramienta, destinada inicialmente a amedrentarlo, fue finalmente utilizada para provocarle un profundo corte en la región inguinal. La víctima también sufrió una lesión en la mano izquierda con otra herramienta cortante.
Acción tardía y atención médica
Tras la agresión, los atacantes le arrojaron un pantalón para que cubriera la herida y lo dejaron ir. El hecho fue reportado a los guardias penitenciarios aproximadamente una hora después de ocurrido.
Personal de la División de Personas y Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Tarija se trasladó al Hospital San Juan de Dios, donde Quispe fue atendido. El diagnóstico médico preliminar reporta una “herida compleja en región inguinopúbica”. Se esperan los resultados de una tomografía para evaluar la totalidad del daño interno.
Investigación en curso y presuntos autores
El caso se encuentra bajo investigación policial. Las primeras indagaciones lo catalogan como un presunto cobro ilegal o extorsión al interior del centro penitenciario.
Fuentes oficiales confirmaron que los presuntos autores material e intelectual del hecho ya han sido identificados dentro del penal. Se aguarda la intervención del Ministerio Público para proceder con las actuaciones correspondientes y el eventual procesamiento de los responsables. La víctima permanece bajo custodia policial por su seguridad.
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