

El sarampión es una enfermedad infecciosa grave que sigue presente en el mundo, pese a los avances en vacunación. En Bolivia, se registraron más de 70 casos, según el Ministerio de Salud, y su alta contagiosidad preocupa a las autoridades. Sin embargo, persisten mitos que pueden poner en riesgo la salud. Expertos aclaran qué es cierto y qué no sobre esta enfermedad.
Mito 1: «El sarampión ya no existe o es inofensivo»
Realidad:
El sarampión no ha sido erradicado y puede causar complicaciones graves, como neumonía, ceguera o encefalitis. Su alta tasa de contagio lo hace peligroso, especialmente en niños no vacunados.
Mito 2: «La vacuna contra el sarampión no funciona»
Realidad:
La vacuna SRP (sarampión, rubéola y paperas) es segura y eficaz, con más de 50 años de uso. Bolivia mantuvo bajos casos gracias a la vacunación, pero la cobertura disminuyó tras la pandemia de Covid-19.
Mito 3: «Es mejor enfermarse para lograr inmunidad natural»
Realidad:
Aunque la enfermedad genera inmunidad, también puede provocar complicaciones severas o la muerte. La vacuna es la alternativa más segura.
Mito 4: «Solo los niños contraen sarampión»
Realidad:
Los adultos no vacunados también pueden infectarse. Los brotes recientes han afectado a personas que no recibieron la dosis en su infancia.
Mito 5: «El enfermo no debe bañarse»
Realidad:
La higiene es fundamental. Se recomienda baños cortos en ambientes cálidos para evitar cambios bruscos de temperatura.
Mito 6: «Pintarse los ojos evita complicaciones»
Realidad:
Usar betún o delineador no previene la enfermedad. El sarampión es infeccioso y sigue su curso; el tratamiento debe ser médico, no casero.
Mito 7: «Las escamas de las llagas contagian»
Realidad:
El virus se transmite por gotículas al toser o estornudar, no por contacto con las erupciones. El paciente es contagioso desde antes de aparecer los síntomas.
Recomendaciones finales
Roxana Salamanca, jefa de Epidemiología del Ministerio de Salud, enfatiza:
– Evitar remedios caseros sobre las erupciones.
– Mantener una dieta normal, evitando líquidos extremos.
– Vacunarse es la mejor prevención contra complicaciones graves.
Distinguir entre mitos y hechos es clave para enfrentar el sarampión. La información verificada salva vidas.
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