

El expresidente Evo Morales habría ordenado a sus seguidores cercar la ciudad de La Paz y generar un levantamiento contra el gobierno de Luis Arce Catacora, según un audio difundido este miércoles por el dirigente evista Rudy Capquiqe. En las grabaciones, Morales llama a una «batalla final» y describe estrategias de bloqueo similares a las protestas de octubre de 2024.
Instrucciones para el cerco y bloqueos
En el audio, Morales detalla acciones concretas: «Las salidas a Yungas, cierre todo eso hacia el lago, hacia el Desaguadero, hacia Aroma. Oruro solamente el bloqueo de caminos. Cochabamba ya está empezando». Además, menciona que el miércoles (sin fecha precisa) habrá un cerco en La Paz, instando a sus seguidores a replicar las protestas que duraron más de un mes en 2024.
Capquiqe aseguró que Morales busca «convulsionar Bolivia, generar caos, zozobra y muerte», y pidió garantías de seguridad para él y otros dirigentes disidentes que rechazan estas medidas.
Coordinación con el Trópico de Cochabamba
En otro audio, el dirigente Vicente Choque confirma la movilización de al menos 8.000 personas del Trópico de Cochabamba hacia La Paz para reforzar los bloqueos. «El objetivo es que la Policía se mantenga en el centro, para que el bloqueo sea contundente, cercar La Paz», señala Choque. Además, menciona que, de ser necesario, las protestas se trasladarán a la Plaza Murillo.
Acusaciones de planes para atentados
Capquiqe denunció que las instrucciones de Morales incluían atentados contra autoridades. «Han planeado atentar, no solo contra la vida del presidente, sino contra sus allegados», afirmó. Señaló a Suseth Rodríguez como operadora clave, quien habría ordenado ataques contra figuras como Hugo Moldiz, Melania Torrico y Fernando Ureña.
Un segundo audio revela una conversación sobre dificultades logísticas para ejecutar estos planes, aunque se mantiene la intención de actuar.
Contexto político
Las declaraciones surgen en medio de una creciente tensión entre el gobierno de Arce y sectores afines a Morales, quienes acusan al Ejecutivo de corrupción y mal manejo del país. Hasta ahora, ni Morales ni el MAS han respondido oficialmente a las grabaciones.
Con estas revelaciones, el clima político en Bolivia se enrarece, mientras las autoridades evalúan medidas para evitar posibles estallidos de violencia.
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