El exdirigente político Juan Del Granado aseguró que el país transita “peligrosamente” a un paulatino desmoronamiento del estado de derecho y de indefensión de los ciudadanos ante el poder político que atropella y no respeta la norma por lo que aseguró que urge una verdadera reforma judicial que “dé un mínimo de seguridad a los bolivianos”.
“Estamos en un momento muy difícil, con esta justicia que está de cabeza y que hay que enderezarla. Tenemos que seguir trabajando en 2023 para lograr la reforma judicial, pero, al mismo tiempo, debemos denunciar estos hechos (…) por el estado de indefensión en el que quedamos los bolivianos frente a un estado que atropella, que abusa, no respeta la norma y que camina peligrosamente hacia una situación totalitaria”, dijo en entrevista con radio Panamericana.
Consideró que el Gobierno terminó el año 2022 con la aprehensión ilegal y de evidente vulneración de derechos constitucionales de Luis Fernando Camacho y que, el 2023, empezó con violaciones al orden constitucional desde la estructura gubernamental.
“Estamos frente a una acción gubernamental que nos confronta nuevamente y nos sitúa en un escenario reiterado de peligrosísima violación de las garantías constitucionales y estamos en una paulatina demolición del estado de derecho de este mecanismo de convivencia pacífica entre los ciudadanos”, aseguró.
El que fuera impulsor del juicio de responsabilidades contra el exdictador Luis García Mesa, expresó su aflicción por lo “mal que estamos como país” porque los hechos de los días previos sitúan a los bolivianos en un escenario de confrontación atizada todos los días por quienes deberían ser los pacificadores, es decir el Gobierno.
Del Granado sostuvo que, por esos motivos, hoy más que nunca, urge impulsar con más fuerza la reforma judicial ante una justicia sometida al poder político, con fiscales que son agentes persecutorios del gobierno y jueces subordinados al poder.