

El Sindicato de Volantes a Yungas abandonó la mesa de diálogo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) tras no obtener una respuesta satisfactoria sobre el suministro de diésel, un problema que afecta gravemente sus operaciones en la región subtropical del departamento de La Paz.
En respuesta, los transportistas confirmaron su apoyo al paro general indefinido convocado por la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, programado para iniciar el 2 de abril. Además, anunciaron bloqueos en las carreteras que conectan Nor Yungas y Sud Yungas como medida de presión.
“Nos han tomado el pelo. Hoy nos retiramos para tomar nuestras propias medidas. Con estas autoridades no se puede dialogar. Los transportistas están sufriendo por la falta de diésel. Como Federación Yungas, hemos decidido que el 2 de abril iniciaremos un bloqueo general en el norte y sur de los Yungas”, afirmó Freddy Avirari, dirigente del transporte en la región.
El paro indefinido, impulsado por la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, busca soluciones urgentes a las extensas filas para el abastecimiento de diésel y al aumento de los precios de la canasta familiar. Entre sus demandas también figuran la renuncia del presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Marcel Claure, y del viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva.
“El lunes ofreceremos una conferencia para definir los pasos a seguir. Es obligatorio acatar la instrucción de la confederación; se trata de un paro indefinido”, señaló Víctor Tarqui, otro dirigente del sector.
Los transportistas también denunciaron el deterioro de las carreteras interdepartamentales, que, según afirman, ha provocado múltiples accidentes de tránsito en las últimas semanas. “Siguen protegiendo a malos funcionarios como el presidente de la ABC. ¿Hasta cuándo? Esta persona es responsable de tragedias por el pésimo estado de las carreteras y se ha burlado del sector del transporte”, agregó Tarqui.
Con el inicio de estas medidas de presión a la vista, el conflicto con los transportistas amenaza con interrumpir el tránsito y la actividad económica en varias regiones de Bolivia.
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