

La experiencia de que la comida no sepa a nada, conocida como ageusia, es más común de lo que se cree. Esta incapacidad para percibir sabores suele ser temporal y rara vez indica un problema grave de salud. Comprender sus causas es el primer paso para encontrar una solución.
La ageusia ocurre cuando las papilas gustativas o los nervios que transmiten las señales al cerebro se ven afectados. Es más frecuente en adultos mayores, pero puede ocurrir a cualquier edad. Lo más habitual no es la pérdida total, sino una disminución (hipogeusia) o una distorsión (disgeusia) del gusto.
Principales causas de la pérdida del gusto
Enfermedades como la COVID-19, la gripe o el resfriado común son causas frecuentes. Los virus provocan inflamación en las vías respiratorias y la boca, afectando temporalmente a los receptores del sabor.
Mala higiene bucal
La acumulación de placa bacteriana en la lengua y las encías (gingivitis) puede bloquear las papilas gustativas, alterando o anulando la percepción de los sabores.
Efectos secundarios de medicamentos
Fármacos como antibióticos, antihistamínicos y tratamientos de quimioterapia pueden interferir en la función de las papilas gustativas o en la producción de saliva, clave para percibir los sabores.
Problemas bucales directos
La glositis (inflamación de la lengua) y la xerostomía (boca seca), often causada por tabaco o deshidratación, impiden el correcto contacto de los alimentos con los receptores gustativos.
Deficiencias nutricionales
La falta de zinc, un mineral esencial para la regeneración de las células del gusto, es otra causa identificada.
Causas menos frecuentes
En algunos casos, la ageusia puede relacionarse con enfermedades que provocan daño nervioso, como diabetes, esclerosis múltiple, alzhéimer o párkinson.
Claves para recuperar el sentido del gusto
La recuperación suele ser espontánea cuando la causa es transitoria, como un resfriado. Para casos más persistentes, estas estrategias pueden ayudar:
Mantener una Excelente Higiene Bucal: Cepillarse la lengua suavemente y usar hilo dental reduce las bacterias que afectan al gusto.
Garantizar una Hidratación Adecuada: Beber agua combate la boca seca y ayuda a disolver los sabores.
Revisar la Medicación con un Médico: Consultar si algún fármaco puede ser el causante y evaluar alternativas.
Consumir Alimentos Ricos en Zinc: Incorporar a la dieta frutos secos, carnes rojas y legumbres puede ser beneficioso.
Estimular las Papilas Gustativas: Probar alimentos con texturas y temperaturas variadas, o intensificar condimentos como hierbas aromáticas y especias, puede ayudar a «reentrenar» el sentido.
Si la pérdida del gusto persiste, es fundamental consultar a un médico para descartar condiciones subyacentes y recibir un tratamiento específico.
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