

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó hoy que llamará a su homólogo estadounidense, Donald Trump, para invitarlo a la COP30, la cumbre climática de la ONU que se celebrará en noviembre en Belém, capital del estado amazónico de Pará. El anuncio se produce en un contexto de tensiones por los aranceles del 50% impuestos por EE.UU. a productos brasileños, que entran en vigor mañana.
Diplomacia climática pese a diferencias
Durante una reunión del Consejo de Desarrollo Económico y Social Sostenible, Lula aseguró: «Llamaré a Trump para invitarlo a la COP30 y conocer su postura sobre el clima. No llamaré a (Vladimir) Putin porque no puede viajar». Añadió que, si el republicano no asiste, «será por decisión propia, no por falta de invitación».
La medida contrasta con la exclusión del mandatario ruso, actualmente sujeto a una orden de arresto de la Corte Penal Internacional. Brasil, bajo el gobierno de Lula, ha buscado equilibrar su posición en conflictos globales, defendiendo la soberanía nacional y el diálogo multilateral.
Tensiones comerciales y diálogo pendiente
El llamado de Lula ocurre horas antes de que entren en vigor los aranceles estadounidenses a importaciones brasileñas, que afectarán sectores clave como minerales e hidrocarburos. Aunque Washington excluyó 700 productos —como jugo de naranja y componentes aeroespaciales—, la medida ha escalado la disputa bilateral.
Lula reiteró su disposición a negociar, pero bajo condiciones de «igualdad y respeto». Previamente, Trump había declarado que el líder brasileño podía «llamarlo cuando quisiera», un gesto interpretado como un intento de distensión.
Contexto político y diplomático
La relación entre ambos países enfrenta otro punto crítico tras las sanciones de EE.UU. al juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, por su rol en investigaciones vinculadas al expresidente Jair Bolsonaro. Pese a ello, Lula destacó en un acto del Partido de los Trabajadores (PT) que Brasil «no busca conflictos, pero defenderá sus intereses».
La COP30, que reunirá a líderes mundiales en la Amazonía, será una prueba para la diplomacia climática de Lula y su capacidad de mediar en un escenario global polarizado. La invitación a Trump marca un intento por separar la agenda ambiental de las diferencias comerciales.
(Con información para agencias)
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