

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo que no extenderá la tregua arancelaria que vence el próximo 9 de julio, endureciendo su postura frente a los principales socios comerciales del país. En lugar de continuar las negociaciones, el mandatario señaló que enviará una carta con los nuevos aranceles que cada país deberá pagar para comerciar con EEUU.
La decisión se dio a conocer durante una entrevista en el programa Sunday Morning Futures de Fox News. “No creo que necesitaré hacerlo \[extender la tregua]. Enviaremos una carta y les diremos: ‘Esto es lo que tendrán que hacer para comprar en Estados Unidos’, como en unos grandes almacenes”, afirmó Trump.
Fin de la tregua comercial: un giro esperado
La tregua arancelaria, iniciada en enero con una suspensión temporal de 90 días sobre aranceles recíprocos, fue concebida como una ventana para alcanzar acuerdos con naciones con las que EEUU mantiene déficits comerciales. Sin embargo, Trump ha optado por un enfoque unilateral, desestimando las negociaciones caso por caso. “Hay 200 países. No se puede hablar con todos”, argumentó.
Durante el período de gracia, Washington impuso aranceles globales del 10% sobre importaciones generales y aplicó gravámenes que oscilan entre el 11% y el 50% a países con saldos comerciales negativos frente a EEUU. Aunque algunos acuerdos se concretaron, como con China y el Reino Unido, otros frentes permanecen abiertos o se han deteriorado.
Avances con China, ruptura con Canadá
Uno de los acuerdos más relevantes fue el alcanzado con China a principios de junio, que redujo los aranceles mutuos a niveles más manejables —30% para productos chinos y 10% para estadounidenses—, tras meses de tensiones que elevaron los gravámenes a cifras récord (145% y 125%, respectivamente). El pacto también facilitó el acceso de empresas estadounidenses a recursos minerales clave.
En contraste, las relaciones con Canadá sufrieron un revés esta semana. Trump rompió abruptamente las conversaciones tras la aprobación de un impuesto del 3% sobre los ingresos digitales de empresas como Google, Amazon y Meta. La medida canadiense, que entra en vigor este lunes con efecto retroactivo, implica pagos por 2 mil millones de dólares antes de fin de mes.
“Basándose en este impuesto atroz, por la presente terminamos TODAS las discusiones sobre comercio con Canadá, con efecto inmediato”, escribió Trump en sus redes sociales, calificando el impuesto como un ataque directo y descarado.
División en el gabinete económico
La determinación del presidente contrasta con declaraciones recientes del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien había planteado la posibilidad de extender las negociaciones hasta el Día del Trabajo, el 1 de septiembre. Bessent consideraba que entre 10 y 12 de los socios más relevantes estaban cerca de alcanzar un entendimiento.
No obstante, la decisión de Trump parece definitiva y reafirma su visión de que el sistema comercial internacional es injusto para Estados Unidos. El mandatario sostiene que los aranceles son una herramienta legítima para proteger la industria local y garantizar condiciones equitativas.
Incertidumbre en los mercados
La noticia ha generado inquietud en los mercados financieros, que ya venían reaccionando con volatilidad ante las amenazas arancelarias. Analistas advierten sobre el riesgo de nuevas disrupciones en el comercio global y su impacto en los consumidores estadounidenses, quienes suelen absorber el costo de los aranceles mediante precios más altos.
El próximo 9 de julio marcará un nuevo punto de inflexión en la política económica internacional, con un Estados Unidos que, según la visión de su presidente, se prepara para redefinir unilateralmente las reglas del juego comercial.
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