

Una ola de balaceras en el trópico de Cochabamba ha dejado al menos cuatro personas muertas en los últimos días, desatando alarma entre las autoridades y los habitantes de la región. El Ministerio de Gobierno vincula estos asesinatos al narcotráfico y los clasifica como ajustes de cuentas entre organizaciones criminales que operan en la zona.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, afirmó que los crímenes responden a una dinámica recurrente: “Hay individuos que ofrecen protección a narcotraficantes en el trópico, pero al no cumplirles debido a los operativos policiales, estos grupos delictivos se vengan”. Según la autoridad, el sicariato en la región suele desencadenarse tras acciones policiales de gran impacto, como incautaciones de droga o la destrucción de laboratorios.
El episodio más reciente ocurrió en el municipio de Entre Ríos, donde tres personas fueron atacadas. Dos fallecieron en el lugar del ataque y una tercera murió poco después al ser trasladada a un centro médico. En la escena del crimen, los agresores dejaron un mensaje que atribuía la ejecución al robo de autos, versión que las autoridades descartan y relacionan, en cambio, con actividades del narcotráfico.
El fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina Ríos, identificó a las víctimas como Juan D.C.T., de 30 años, Alexander Z.C., de 26, e Ismael O.D., de 31. Los tres presentaban heridas de bala, y uno de ellos fue encontrado calcinado dentro del vehículo en el que viajaban. “Un equipo multidisciplinario de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida se desplazó al lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos y recolectar evidencias”, explicó Tejerina.
El fiscal asignado al caso, Marco Gómez, precisó que fueron los vecinos de la comunidad de Río Blanco quienes alertaron a las autoridades. Dos cuerpos yacían en la carretera con impactos de bala, mientras que el tercero fue hallado incinerado dentro de un vehículo blanco tipo Caldina. Los restos fueron trasladados a la morgue de Ivirgarzama para las autopsias correspondientes.
Las investigaciones avanzan para esclarecer los hechos y dar con los responsables de estos crímenes, que reflejan la creciente violencia asociada al narcotráfico en el trópico de Cochabamba. Las autoridades han intensificado su presencia en la zona ante el recrudecimiento de esta amenaza.
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