

La oposición en Turquía ha calificado de «golpe de Estado» la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, principal rival político del presidente Recep Tayyip Erdogan. La medida, que se produjo junto con el arresto de un centenar de sus colaboradores, ha desatado protestas y críticas por parte de líderes opositores y expertos en política turca.
Imamoglu, una figura clave del Partido Republicano del Pueblo (CHP), fue detenido el miércoles bajo acusaciones de «corrupción» y «apoyo a una organización terrorista», según informó el ministro de Justicia, Yilmaz Tunç. Su arresto ocurrió días antes de que fuera proclamado candidato de su partido para las elecciones presidenciales de 2028, lo que ha generado preocupación sobre una posible estrategia del gobierno para debilitar a la oposición.
El arresto fue acompañado por un fuerte despliegue policial, según denunció el propio Imamoglu en un video publicado en redes sociales. “Cientos de policías llegaron a mi puerta”, afirmó. Su esposa, Dilek Imamoglu, relató a medios locales que la redada se produjo en la madrugada y que su esposo fue llevado por las autoridades alrededor de las 07:30.
Miles de personas salieron a las calles de Estambul para protestar contra la detención, desafiando una prohibición de manifestaciones impuesta por el gobierno local. «¿Nos escuchas, Erdogan?», exclamó el líder del CHP, Özgür Özel, desde el techo de un autobús en medio de la multitud. Los manifestantes coreaban consignas contra el presidente y denunciaban una creciente represión contra la oposición política.
El caso de Imamoglu no es aislado. En los últimos meses, seis alcaldes del CHP han sido detenidos o están bajo custodia policial, y diez alcaldes prokurdos han sido destituidos. Además, el martes, la Universidad de Estambul anuló el título universitario de Imamoglu, lo que, según la Constitución turca, le impediría postularse a la presidencia.
Analistas advierten que estas acciones forman parte de una estrategia para debilitar a la oposición antes de los próximos comicios. «Esto es un golpe de Estado político contra el principal rival de Erdogan», afirmó Berk Esen, politólogo de la Universidad Sabanci de Estambul. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de la crisis, en un contexto de creciente preocupación por el estado de la democracia en Turquía.
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