

El dólar paralelo alcanzó un nuevo máximo este miércoles, cotizándose en Bs 12 por unidad, según reportes de plataformas digitales que operan con criptoactivos. El alza se produce en un contexto de escasez de combustible que afecta a las principales ciudades del país, generando incertidumbre entre la población y el sector productivo.
De acuerdo con datos de Binance P2P, el USDT, activo digital utilizado como referencia en transacciones informales, llegó a Bs 12 a las 11:38 de este miércoles. Este valor representa un incremento significativo respecto al martes 11 de marzo, cuando se cotizaba en Bs 11.52 en la misma plataforma.
El desabastecimiento de gasolina y diésel ha sido uno de los factores determinantes en la escalada del dólar paralelo. Las principales ciudades del país enfrentan largas filas en estaciones de servicio, mientras el clima de incertidumbre se agrava entre los ciudadanos y empresarios.
En respuesta a esta crisis, el Gobierno boliviano emitió el Decreto Supremo 5348, que autoriza a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a adquirir divisas a través de entidades bancarias públicas y otras instituciones financieras, incluyendo operaciones con «activos virtuales». La medida busca garantizar el abastecimiento de combustibles en el mercado interno, pero ha generado críticas y dudas entre economistas.
La referida norma se fundamenta en el Decreto Supremo 5301, que permite a empresas públicas comprar activos virtuales para intercambiar divisas y cumplir obligaciones contractuales. Asimismo, estipula que los costos adicionales generados serán cubiertos por el Ministerio de Hidrocarburos y Energías o la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) dentro de la subvención a los combustibles.
Consecuencias para la economía boliviana
El aumento del dólar paralelo y la escasez de combustible pueden tener efectos adversos en la economía boliviana. La depreciación de la moneda nacional podría intensificar las presiones inflacionarias, afectando el poder adquisitivo de los ciudadanos. A su vez, la falta de combustible podría impactar negativamente en sectores clave como el transporte, la agricultura y la industria, ralentizando el crecimiento económico.
Expertos advierten que el Gobierno debe tomar medidas urgentes para estabilizar el mercado cambiario y garantizar el suministro de combustibles, a fin de evitar un mayor deterioro de la situación económica y social del país.
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