

La Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio (Asosur) solicitó al Gobierno modificar la normativa vigente para permitir la venta de combustible importado por privados a precios internacionales, en paralelo al carburante subvencionado por el Estado. La propuesta surge en un contexto de desabastecimiento de gasolina y diésel, que ha generado largas filas y extensas horas de espera en las estaciones de servicio.
La gerente de Asosur Santa Cruz, Susy Dorado, calificó la situación como «crítica» y advirtió que la regulación actual impide a las estaciones de servicio vender combustibles importados si también comercializan los provistos por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). «Es fundamental permitir que las estaciones de servicio actúen como intermediarias y ofrezcan opciones a los consumidores sin restricciones», sostuvo Dorado.
Libertad de elección para el consumidor
Asosur propone que los usuarios decidan qué tipo de combustible adquirir: el subvencionado o el importado a precio de mercado. «Debe ser el cliente quien elija, especialmente aquellos que dependen del diésel para su actividad productiva, como los pequeños agropecuarios», argumentó Dorado. Según la ejecutiva, esta medida ayudaría a mitigar la escasez y brindar alternativas a los consumidores.
Dorado aclaró que los afiliados a Asosur no buscan importar combustible directamente, sino comercializar el producto que ya traen otras empresas. «En Santa Cruz hay empresas que están importando combustible. Si se elimina la restricción legal, podríamos venderlo de inmediato mediante contratos con los importadores», explicó.
Desabastecimiento y reducción de entregas
La gerente de Asosur, citada por Unitel, denunció que YPFB ha reducido entre un 40% y 50% el volumen de combustible entregado a las estaciones de servicio en comparación con el mes anterior. Además, cuestionó el nuevo sistema de asignación de carburantes, al considerarlo poco transparente. «Antes, la asignación era pública para cada surtidor. Ahora se programa individualmente y algunas estaciones no reciben abastecimiento diario», señaló.
Asosur envió solicitudes a YPFB para aumentar la provisión de combustible, especialmente en un momento clave como el inicio de la zafra agropecuaria. Sin embargo, la petrolera estatal respondió que enfrenta limitaciones en producción y distribución y no puede satisfacer la demanda actual.
Implicaciones y perspectivas
La propuesta de Asosur podría aliviar la crisis de abastecimiento y ofrecer una alternativa a los precios subvencionados, que dependen de la capacidad de YPFB. No obstante, también plantea desafíos en regulación y competencia dentro del sector.
Dorado reiteró que flexibilizar la normativa beneficiaría a los consumidores y permitiría un mercado más flexible. «Es hora de trasladar esta decisión al cliente final y darle la opción de elegir», concluyó.
Mientras tanto, la crisis de abastecimiento sigue afectando a distintos sectores, especialmente al agropecuario, que depende del diésel para sus operaciones. La respuesta del Gobierno a esta propuesta será clave para determinar el futuro del suministro de combustibles en Bolivia.
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