

La Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM) demandó este jueves al Gobierno nacional respuestas claras y medidas concretas para enfrentar la crisis de combustibles que afecta al país. La escasez de diésel y gasolina, agravada por la falta de divisas para su importación, está generando un impacto negativo en la economía regional y nacional, advirtió Amilkar Rocha, presidente de la entidad.
La ICAM alertó que la falta de combustible perjudica gravemente a todos los sectores empresariales de Cochabamba, donde el 25% de la actividad corresponde a la industria y el 75% al comercio y los servicios. La escasez afecta directamente al transporte, la producción industrial y la operatividad de servicios técnicos y profesionales, generando serias dificultades en estas áreas.
Uno de los sectores más afectados es el turismo. Recientemente, el transporte de turistas hacia Oruro se vio interrumpido, y existe preocupación por el impacto que esta crisis podría tener en eventos como el Corso de Corsos de Cochabamba. La falta de diésel y gasolina ha provocado un aumento desproporcionado en los costos de pasajes, afectando no solo al turismo, sino también al comercio, el transporte y la producción en general, advirtió Rocha.
Déficit de combustible y crisis económica
Las importaciones de combustible han aumentado en los últimos años debido al crecimiento del parque automotor en Bolivia. Sin embargo, la disminución de las reservas internacionales ha dificultado su adquisición. La ICAM ha alertado repetidamente sobre esta situación, señalando que la falta de medidas claras por parte del Gobierno agrava la crisis y pone en riesgo la estabilidad económica.
Cochabamba concentra el 21% del parque automotor del país, solo por debajo de La Paz (22%) y Santa Cruz (35%). Estas tres regiones suman casi el 80% del total nacional. Si no se garantiza el abastecimiento de combustibles, gran parte del aparato productivo podría paralizarse.
A nivel nacional, la demanda diaria de gasolina asciende a aproximadamente seis millones de litros, mientras que la de diésel supera los siete millones. Sin embargo, el abastecimiento actual no cubre estos volúmenes debido a la falta de dólares para la importación. En 2024, las empresas Vitol Group y Trafigura Group, que suministran alrededor del 70% del combustible en Bolivia, redujeron sus despachos debido a una deuda de 500 millones de dólares que el país mantiene con ellas. Esta situación representa un grave riesgo para la continuidad de la actividad económica en todos los sectores, alertó Rocha.
Exigencias de la ICAM
Ante este escenario, la ICAM exigió al Gobierno garantizar el abastecimiento de hidrocarburos y asegurar la provisión diaria de siete millones de litros de diésel y seis millones de litros de gasolina. Además, instó a las autoridades a esclarecer la situación de la deuda con las empresas proveedoras y a informar sobre las medidas que se implementarán en los próximos días y meses para evitar el colapso del sector productivo.
“Es fundamental que se tomen acciones inmediatas para evitar un impacto mayor en la economía del país y en la estabilidad del sector empresarial”, enfatizó Rocha. La ICAM advirtió que, de no resolverse esta crisis estructural, el problema se agudizará en los próximos meses, afectando aún más a la población y la actividad económica nacional.
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