
La corrupción interna y las limitaciones presupuestarias agravan la crisis de la salud pública en Ecuador, según reconoció la vicepresidenta del país y ministra encargada de Salud Pública, María José Pinto. La autoridad hizo esta evaluación tras más de un mes de gestión, luego de asumir el cargo en noviembre por delegación del presidente Daniel Noboa, en un contexto marcado por escasez de medicinas, fallas en la atención y deudas con proveedores.
Diagnóstico del sistema de salud
Pinto informó que el Ministerio de Salud Pública ya cuenta con una radiografía institucional, que incluye un inventario de la infraestructura sanitaria y una evaluación de sus principales falencias. El diagnóstico reveló prácticas de corrupción en distintos niveles del sistema, así como un presupuesto insuficiente para aplicar soluciones estructurales.
La ministra subrayó que, ante los recursos limitados, la prioridad será ordenar y focalizar las intervenciones más urgentes dentro del sistema público.
Crisis desigual según regiones
La vicepresidenta explicó que la situación sanitaria no es homogénea en todo el país. En algunas zonas se registra sobrepoblación de personal médico, mientras que en otras persiste una marcada precariedad en la infraestructura hospitalaria.
También mencionó factores externos que inciden en la prestación de servicios, como la inseguridad en la región Costa y la dispersión territorial en la Amazonía, que dificulta el acceso oportuno a la atención médica.
Problemas en compras y contratación pública
Uno de los puntos críticos identificados es el proceso de adquisición de medicamentos. Pinto señaló que, en el pasado, algunas direcciones zonales realizaban compras que no respondían a las necesidades reales de la población.
Además, cuestionó las trabas del Servicio Nacional de Contratación Pública, entidad que regula las compras estatales en Ecuador, y planteó la necesidad de transparentar los procesos sin afectar la agilidad en la adquisición de fármacos e insumos médicos.
Emergencia sanitaria y reclamos persistentes
La crisis de la salud pública ecuatoriana ha sido denunciada desde hace meses por profesionales del sector y pacientes. Aunque el Gobierno conformó un Comité y declaró la emergencia para acelerar las compras de medicamentos, ciudadanos y organizaciones advierten que los problemas persisten y que miles de vidas continúan en riesgo.
La Alianza Nacional por la Salud atribuyó parte de la crisis a la inestabilidad en la conducción del Ministerio de Salud Pública, cartera que actualmente está bajo la responsabilidad de la vicepresidenta Pinto.



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