En un esfuerzo por fortalecer sus lazos estratégicos, Bolivia y Brasil han anunciado planes concretos para intensificar la cooperación en la producción de gas, fertilizantes y litio. Este acuerdo bilateral fue el foco de reuniones recientes entre autoridades clave de ambos países, quienes destacaron la importancia de aprovechar eficientemente los recursos naturales para impulsar el desarrollo sostenible y el crecimiento económico.
El Ministro de Hidrocarburos y Energías de Bolivia, Franklin Molina, y su homólogo brasileño, Alexandre Silveira, encabezaron las discusiones destinadas a explorar oportunidades de inversión conjunta. En particular, se enfocaron en áreas estratégicas como la producción de gas y la minería del litio, así como en la fabricación de fertilizantes esenciales para la agricultura, como el cloruro de potasio, NPK y urea.
Molina subrayó el papel fundamental de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), señalando que la planta de cloruro de potasio en Bolivia tiene una capacidad máxima de producción de 350,000 toneladas al año. Esta capacidad, según el informe institucional compartido, representa una oportunidad significativa para satisfacer la demanda creciente de fertilizantes en Brasil, particularmente en sectores agrícolas clave como Mato Grosso do Sul.
Desde el lado brasileño, Vitor Saback, Secretario Nacional de Geología y Minería del Ministerio de Minas y Energía, destacó la importancia estratégica del potasio, un componente vital para la seguridad alimentaria y la fertilización agrícola en Brasil. Actualmente, Brasil importa este mineral principalmente de Rusia y Canadá, lo que genera cierta vulnerabilidad en términos de seguridad de suministro debido a las complejidades logísticas involucradas.
En este contexto, Saback enfatizó que Bolivia se presenta como una alternativa más viable y cercana geográficamente, lo que podría reducir la dependencia de fuentes distantes y mejorar la seguridad energética y alimentaria del país sudamericano.
Ambos países también expresaron su interés en explorar la transferencia tecnológica y la asistencia técnica mutua. Según Molina, Bolivia ha avanzado significativamente en el desarrollo de estas industrias emergentes a pesar de los desafíos iniciales, y ahora busca beneficiarse del conocimiento y la experiencia tecnológica de Brasil en sectores clave como la maquinaria y la tecnología de producción.
En resumen, este acuerdo bilateral no solo busca fortalecer la colaboración económica entre Bolivia y Brasil, sino también aprovechar de manera más eficiente los recursos naturales compartidos para impulsar el crecimiento regional y la sostenibilidad a largo plazo.
Este compromiso refleja un paso significativo hacia una mayor integración económica y estratégica entre ambos países, promoviendo así un desarrollo más equilibrado y resiliente en la región.Ante el desafío de 9 millones de toneladas de cloruro potasio, el funcionario brasileño indicó que se busca un incremento del 4% en la obtención de cloruro de potasio, objetivo que impulsa la presente iniciativa.
“La intención es generar un encuentro entre la oferta, representada por YLB, y las empresas consumidoras del sector brasileño de fertilizantes y agrominerales”, añadió.
Molina señaló que Bolivia desarrolló esta producción de manera propia, superando desafíos a través de un proceso de prueba y error. Resaltó que las empresas estatales bolivianas, aunque incipientes en términos tecnológicos y de experiencia, lograron avances significativos en una industria que en Bolivia es nueva y creciente.
La autoridad sostuvo que existe la posibilidad de que Brasil apoye estas iniciativas mediante la transferencia tecnológica y asistencia técnica. En ese sentido, dijo que el país vecino, con su conglomerado de industrias que importan maquinaria, equipos y tecnología, puede proporcionar asistencia técnica y cooperación.