
El presidente boliviano, Rodrigo Paz, anunció este viernes la concreción de Egipto como un nuevo destino de exportación para la carne boliviana. Este hito es parte de la estrategia gubernamental de inserción internacional, denominada «poner Bolivia en el mundo y al mundo en Bolivia».
El mercado egipcio, con una población de 118 millones de habitantes, representa una oportunidad significativa para la generación de divisas. Las autoridades señalaron que el plan también apunta a incluir, a futuro, otros productos de la oferta exportable nacional.
Un mercado de 118 millones de consumidores
Desde la Cancillería boliviana, se explicó que esta apertura es parte de una estrategia más amplia para profundizar la presencia del país en Egipto, otras naciones de África y la Liga Árabe. El canciller Fernando Aramayo precisó que la habilitación incluye tanto la carne bovina como la carne de pollo.
El ministro destacó que este logro fue posible tras la obtención de la Certificación Halal, un requisito indispensable para la comercialización de alimentos en países de mayoría musulmana. Este sello garantiza que los productos cumplen con la ley islámica en toda la cadena de suministro.
Certificación Halal, clave para el acceso
Para agilizar y consolidar este proceso, Aramayo anunció que se instalará una oficina de la Certificación Halal en la ciudad de Santa Cruz. Esta oficina tendrá como referencia un modelo similar implementado en Uruguay, buscando eficientizar los trámites para los exportadores locales.
La apertura del mercado se venía gestionando desde hace meses. De hecho, en septiembre de este año, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) ya había confirmado la autorización para exportar carne a Egipto a cuatro empresas frigoríficas del departamento de Santa Cruz, principal región productora del país.
Cuatro empresas cruceñas, autorizadas
La habilitación inicial para cuatro plantas exportadoras marca el inicio operativo de este nuevo flujo comercial. La concreción de este mercado egipcio para la carne boliviana se perfila como uno de los logros comerciales más relevantes del año, abriendo una puerta de gran potencial en una región estratégica.



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