
La Cámara de Diputados de Chile aprobó definitivamente un proyecto de ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares y dispositivos móviles similares en todas las escuelas del país. La medida, que espera la promulgación del presidente Gabriel Boric, comenzará a regir a partir del año 2026.
El objetivo de la iniciativa es mejorar la convivencia escolar y el rendimiento académico de los estudiantes, reduciendo las distracciones dentro de las salas de clases. La votación, realizada la noche del martes, ratificó las modificaciones previas del Senado, que había avalado el proyecto en agosto.
Detalles de la ley y sus excepciones
La nueva ley prohíbe el uso de dispositivos móviles de comunicación personal en establecimientos parvularios, básicos y medios durante las actividades curriculares. El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, explicó que la normativa contempla adecuaciones para casos específicos.
Estas excepciones incluyen situaciones de emergencia imprevistas o necesidades relacionadas con problemas de salud de los estudiantes. Cataldo destacó que la medida busca un cambio cultural para que niños y adolescentes socialicen más y recuperen la concentración en las aulas.
Contexto y estudios que avalan la medida
La decisión se toma en un contexto donde la hiperconexión es una preocupación. Los últimos resultados de la prueba PISA, divulgados en diciembre de 2023, indican que más de la mitad de los estudiantes chilenos reconocen distraerse al usar dispositivos digitales, superando el promedio de la OCDE.
Investigaciones internacionales respaldan la preocupación. Un estudio de 2021 del King’s College de Londres halló que los jóvenes con uso problemático de teléfonos tenían el doble de probabilidades de sufrir ansiedad y el triple de manifestar depresión.
Implementación y proyectos piloto
Con la promulgación, las escuelas tendrán hasta 2026 para adaptarse a la prohibición total. Algunos colegios, como uno en Santiago, ya implementaron la medida como proyecto piloto durante este año, buscando reintegrar a la comunidad escolar y fomentar el bienestar estudiantil.
El ministro Cataldo celebró la aprobación, afirmando que es un paso para que los estudiantes vuelvan a verse las caras y socialicen en los recreos, impulsando así los aprendizajes en un entorno con menos distracciones digitales.
(Con información de agencias)



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