
Las intensas lluvias monzónicas y un ciclón tropical han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra catastróficos en el sudeste asiático, causando al menos 1.012 muertes hasta este lunes. Indonesia es el país más afectado, con 502 fallecidos, mientras Tailandia y Sri Lanka suman cientos de víctimas. El desastre ha generado miles de desaparecidos, desplazado a cientos de miles de personas y causado daños generalizados.
Indonesia soporta la mayor parte de la tragedia
Según la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia, el balance en ese país asciende a 502 fallecidos, 508 desaparecidos y más de 2.500 heridos. Las lluvias torrenciales desbordaron ríos y provocaron aludes de tierra, impactando principalmente las provincias de Sumatra Septentrional, Aceh y Sumatra Occidental. Más de 550.000 personas fueron evacuadas y los afectados superan 1,4 millones.
Respuesta gubernamental y rescates en Indonesia
El presidente Prabowo Subianto visitó las zonas afectadas y declaró que la prioridad es el envío inmediato de ayuda. El gobierno desplegó tres buques de guerra con ayuda humanitaria y dos hospitales flotantes. Muchas áreas permanecen aisladas, dependiendo del suministro aéreo, mientras equipos trabajan para restablecer las comunicaciones y limpiar las vías bloqueadas por escombros.
Daños colaterales en Tailandia y Sri Lanka
En Tailandia, las autoridades reportaron 176 muertos y afectaciones a 3,9 millones de personas. El gobierno inició la distribución de compensaciones económicas y habilitó cocinas públicas. En Sri Lanka, el balance oficial es de 334 fallecidos y 337 desaparecidos, con casi 148.000 personas en refugios. Su presidente declaró el estado de emergencia, calificando el evento como el desastre natural más desafiante de su historia.
Contexto climático y críticas a la gestión
Los expertos vinculan la intensidad del desastre a fenómenos meteorológicos extremos agravados por el cambio climático. La movilización militar ha sido clave en las labores de rescate en los tres países. No obstante, en Tailandia, la respuesta oficial enfrentó críticas ciudadanas, resultando en la suspensión de dos funcionarios locales por supuestas deficiencias en la atención a la emergencia.
(Con información de agencias)



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