
Tomo prestado el título del editorial publicado por los diarios El Potosí y Correo del Sur el 19 de agosto de este año, luego de que se conocieran los resultados de las elecciones en las que Rodrigo Paz Pereira ganaba en primera vuelta.
El editorial dice que una de las razones del triunfo de Paz es que, durante los tres meses previos a las elecciones, estuvo viajando por el país, por “más de 230.000 kilómetros”, y pasó por “más de 220 municipios”. Al referirse a Edmand Lara, agrega que “desde su agresión y arresto, hace tres años, trabajó en un proyecto personal y de equipo con el propósito de organizar una candidatura. Consiguió el respaldo de gente que hizo activismo, recorriendo el país prácticamente sin recursos, pero les faltó tiempo, y dinero, para ensamblar un partido propio”.
El activismo de Edmand Lara y su gente desde tres años antes de las elecciones es innegable. Para citar un ejemplo, yo mismo recibí en casa a un grupo de cuatro personas que viajaban por tierra y no tenían recursos para pagarse un alojamiento. Por esa experiencia sé que había mucha gente que creía, sinceramente, que el ahora vicepresidente era la solución para la crisis política que estábamos viviendo. Por eso me sorprendió la escasa cantidad de gente que acudió a su primera convocatoria a una marcha de protesta ¡contra su propio gobierno!
Y aquí incluyo la pregunta más repetida de los últimos días: ¿qué está pasando con Edmand Lara?
No voy a repetir la larga lista de actitudes incomprensibles registradas desde aproximadamente el 12 de noviembre, ni entraré en detalles sobre un asunto tan personal como la supuesta infidelidad de su esposa, que él proclamó al mundo mediante su muy seguida cuenta de TikTok; pero, a propósito de este rasgo del “vice”, coincido en que un país se gobierna desde el escritorio de un lugar de trabajo, no pulsando las teclas de un teléfono celular.
Los análisis de mis colegas son coincidentes, por lo menos hasta el mediodía del 26 de noviembre:
- Edmand Lara se ha convertido en la principal figura de oposición al gobierno del que forma parte.
- El vicepresidente suma críticas al presidente y no parece notar que esa actitud le suma críticas a él (lo que explicaría, en parte, que haya perdido
- apoyo de muchos de sus colaboradores).
- La actitud de Lara está distrayendo al gobierno de la principal tarea que la ciudadanía espera que cumpla: enfrentar la crisis económica, lo que
- incluye resolver la escasez de carburantes y dólares.
- El excapitán de policía está intentando desprestigiar al presidente con el propósito de ocupar su lugar.
Aunque ya se han mencionado algunas de sus motivaciones, la explicación que ha publicado Humberto Vacaflor sobre la razón del comportamiento de Edmand Lara es inquietante: al igual que otros informadores, el periodista tarijeño cree que el vicepresidente está actuando de común acuerdo con el expresidente Evo Morales, que no ha moderado su ambición enfermiza de volver al poder.
Juan José Toro Montoya es Premio Nacional en Historia del Periodismo.
La opinión expresada en este artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no representa una posición oficial de Enfoque News.



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