
El presidente Rodrigo Paz anunció este jueves el cierre definitivo del Ministerio de Justicia, una medida que calificó como “histórica” y orientada a poner fin a la “persecución política”, además de cumplir una de sus principales promesas de campaña.
Según explicó el mandatario, la decisión busca encaminar una reforma profunda del sistema judicial en Bolivia, con el objetivo de eliminar la influencia política en los procesos legales y fortalecer la independencia institucional.
“Un paso para terminar con la persecución política”
Durante su declaración, Paz señaló que el país ha vivido durante años bajo un sistema judicial marcado por presiones políticas.
“Se acabó el ministerio de la persecución, se acabó el ministerio de la injusticia, se acabó el ministerio que vendía sentencias y chantajeaba a la sociedad desde el poder político”, afirmó.
El jefe de Estado sostuvo que la medida representa un quiebre con prácticas que —según dijo— han deteriorado la confianza ciudadana en la justicia. “Sin justicia no hay democracia. Si la justicia es mala, la democracia también lo es”, expresó.
La condición de García para asumir el cargo
Paz reveló que Jorge García, convocado de emergencia para asumir temporalmente la conducción del área tras la salida del exministro Freddy Vidovic, aceptó el cargo únicamente con la condición de cerrar el ministerio.
“El doctor García me dijo que no estaba aquí para dar continuidad a algo que ha hecho daño a la justicia. Me pidió cerrar el ministerio y acepté de inmediato porque es una promesa que hice al país”, explicó.
El presidente agradeció públicamente al jurista por su “valentía, honestidad y compromiso con la transformación del sistema judicial”.
Hacia una transformación judicial sin injerencia política
El Gobierno sostiene que el cierre del Ministerio de Justicia permitirá iniciar una reforma integral orientada a fortalecer la independencia judicial y eliminar la interferencia de autoridades del Ejecutivo, el Legislativo o cualquier otro nivel del poder político.
“Ningún político, sea presidente, vicepresidente, senador, diputado o ministro, volverá a influir en la justicia”, aseguró Paz.
La medida también busca otorgar mayores garantías al sistema judicial para impulsar, de manera conjunta, nuevas políticas que mejoren su funcionamiento y recuperen la confianza ciudadana.
Mensaje final al país
En su intervención final, el presidente ratificó el compromiso de su administración con la democracia y el respeto a los derechos ciudadanos. “Bolivianos y bolivianas: no habrá más persecución política en Bolivia. El Ministerio de Justicia ha muerto y lo enterraremos para que no vuelva el terrorismo de Estado”, manifestó.
El anuncio marca un punto de inflexión en la estructura institucional del país y abre el debate sobre las rutas de reforma judicial que deberán definirse en los próximos meses.



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