

Los porcinocultores de Cochabamba lanzaron una alerta clara y directa este miércoles: no podrán garantizar el suministro habitual de carne de cerdo ni mantener su precio actual durante la temporada de fin de año. La advertencia fue emitida por el dirigente del sector, Álvaro Laime, quien atribuyó la crítica situación a la falta de combustible y al incumplimiento en la entrega de maíz subvencionado.
Los puntos clave de la emergencia
Laime explicó que la crisis se debe a dos factores principales que están estrangulando la producción:
- Falta de insumos: El incumplimiento por parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) en la entrega de maíz subvencionado, ingrediente fundamental para la alimentación del ganado porcino, afecta directamente los costos de producción y la capacidad de mantener a los animales.
- Escasez de combustible: La falta crónica de diésel y gasolina impide el transporte tanto de los alimentos hacia las granjas como de los animales listos para la comercialización. Esta situación, según Laime, ha llevado a que muchas granjas corran un «riesgo de cerrar» por la falta absoluta de insumos.
Implicaciones directas para la población
El anuncio tiene dos consecuencias inmediatas y tangibles para los consumidores:
- Escasez: La oferta de carne de cerdo se reducirá en los mercados, especialmente en los meses de diciembre, cuando tradicionalmente aumenta la demanda por las fiestas de fin de año.
- Aumento de precio: Los productores advirtieron que será imposible sostener el precio actual, que califican como «muy razonable», por lo que se esperan incrementos significativos en las próximas semanas y meses.
Un llamado al Gobierno y un contexto nacional crítico
Frente a esta situación, Laime hizo un llamado al Gobierno para que «reflexione» y dé una respuesta al sector, ya que, según afirmó, hasta la fecha no han recibido atención a su pliego de demandas.
La crisis del sector porcinocultor se enmarca en un problema nacional más amplio: la escasez de combustibles que desde hace meses golpea a todos los sectores productivos del país y que se ha agudizado en las últimas semanas, con filas interminables en las estaciones de servicio. Esta emergencia económica ocurre en un momento político sensible, a pocos días del cambio de mando presidencial previsto para el 8 de noviembre.
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