

En un mensaje de respaldo al nuevo gobierno y un llamado urgente a la unidad y reconciliación, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) felicitó este lunes a Rodrigo Paz Pereira y Edman Lara Montaño por su elección como presidente y vicepresidente del país, tras los comicios de segunda vuelta del domingo 19 de octubre. La entidad, que representa a los principales sectores económicos nacionales, enfatizó la necesidad de unir fuerzas para superar la grave crisis que azota a familias y empresas, abriendo la puerta a un diálogo inmediato.
El comunicado de la CEPB destaca como prioridad la estabilidad democrática lograda en las urnas. «Expresamos nuestra sincera felicitación a Rodrigo Paz Pereira y a Edman Lara Montaño por su elección […] y les auguramos el mayor de los éxitos en la gestión que la ciudadanía les ha encomendado», reza el texto, reconociendo el «desafío muy grande» que enfrentarán con «sabiduría, firmeza y compromiso». Este respaldo llega en un momento clave, ya que la victoria de Paz, con una amplia mayoría, marca el fin de un proceso electoral marcado por tensiones previas, pero resuelto con madurez ciudadana.
La participación masiva de los bolivianos en ambas vueltas fue otro eje central del mensaje. La CEPB saludó el «amplio» involucramiento de la población en un «ambiente de paz, libertad y respeto», que evidencia «la madurez democrática y la voluntad de resolver las diferencias a través del voto libre y soberano». Además, felicitó al Órgano Electoral Plurinacional (OEP) por su «conducción eficiente», que generó «confianza en la ciudadanía y fortaleció la institucionalidad democrática». Estos elementos subrayan un proceso electoral exitoso, que contrasta con desafíos pasados y refuerza la legitimidad del resultado.
Más allá de las congratulaciones, el pronunciamiento se centra en la acción concreta. La confederación manifiesta su «respaldo al gobierno recientemente elegido» y propone «generar a la brevedad los espacios de coordinación y diálogo» para combatir la crisis económica que «afecta gravemente al aparato productivo nacional y a las familias bolivianas». En un país donde la inflación, el desempleo y la escasez han erosionado el bienestar general, este ofrecimiento de colaboración podría traducirse en políticas conjuntas para reactivar la inversión y el empleo, beneficiando directamente a sectores como la agricultura, la minería y el comercio.
El cierre del mensaje es un llamado enérgico a la cohesión social: «Hacemos un llamado a todas las organizaciones políticas y a las entidades de la sociedad a fortalecer la unidad nacional, iniciar una etapa de reconciliación y asumir juntos la decisión de remontar la crisis e iniciar el camino de la reconstrucción que tanto necesita nuestro país». Para los lectores, esto implica un horizonte de esperanza, pero también un recordatorio de que la estabilidad política es clave para la recuperación económica. Si el nuevo gobierno y los actores económicos logran este pacto, Bolivia podría transitar de la polarización hacia un desarrollo inclusivo; de lo contrario, la crisis podría profundizarse, afectando aún más a la clase media y vulnerable.
La CEPB, como voz del sector privado, posiciona así su rol como puente entre el Estado y la iniciativa empresarial, en un contexto donde la reconstrucción nacional depende de alianzas sólidas. El eco de este llamado resuena en un país ávido de progreso compartido.
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