

En una jornada electoral sin sobresaltos, el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, se perfila como el ganador de las elecciones presidenciales bolivianas, según el conteo rápido del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Con un 54,5% de los votos frente al 45,5% de su rival, Jorge Tuto Quiroga de la Alianza Libre, Paz y su binomio con Edmundo Lara celebran una victoria que marca el fin de una contienda reñida y de alta expectativa nacional e internacional.
Los datos preliminares, difundidos a las 19:45 de este domingo por el Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre), cubren casi el 100% de las mesas de votación y muestran una tendencia «irreversible», según el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel. «Anunciarles que nuestro sistema del Sirepre ha cumplido eficazmente su función. Tenemos datos casi al 100% y muestra una tendencia de datos que parece ser irreversible», declaró Hassenteufel, subrayando la transparencia y eficiencia del proceso electoral.
Aunque estos resultados no son oficiales y deberán confirmarse con el escrutinio final, la ventaja de Paz –quien asumirá el cargo en enero de 2026– evita disputas prolongadas y abre la puerta a una transición ordenada. Para los bolivianos, esta elección representa un hito en la estabilidad democrática: Paz, un empresario y exministro con énfasis en la reactivación económica, promete políticas de inversión extranjera y control de la inflación, en un contexto de recuperación postpandemia y tensiones regionales. Internacionalmente, el triunfo del PDC fortalece lazos con aliados como Brasil y la Unión Europea, potencialmente impulsando el comercio en los Andes.
La contienda, marcada por debates acalorados sobre corrupción y desigualdad, transcurrió en un ambiente pacífico, con una participación ciudadana superior al 80%, según estimaciones iniciales del TSE. Quiroga, exmandatario y figura de la oposición liberal, reconoció en redes sociales la «clara tendencia» y llamó a la unidad nacional, evitando así polarizaciones que han marcado elecciones pasadas.
Con este veredicto preliminar, Bolivia entra en una fase de optimismo moderado: los lectores atentos a la economía verán en Paz un gestor pragmático, mientras que los observadores políticos anticipan reformas que equilibren tradición y modernidad. El TSE prevé anunciar resultados definitivos en las próximas 48 horas, consolidando lo que ya parece un capítulo cerrado en la historia electoral del país.
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