

La jornada electoral en Bolivia arrancó este domingo con un llamado contundente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a los candidatos Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge Tuto Quiroga, de la alianza Libre, para que respeten sin reservas el resultado de las urnas. En un acto solemne en la sede del TSE en La Paz, el presidente en ejercicio del organismo, Óscar Hassenteufel, subrayó que esta elección no solo definirá el futuro del país, sino que pondrá a prueba la madurez de su democracia.
“Les pedimos una vez más que respeten el resultado sea cual fuere, que piensen solo en Bolivia, en el país que queremos las bolivianas y bolivianos; y que los ganadores cumplan sus ofertas y los otros coadyuven esa tarea”, declaró Hassenteufel, en un mensaje que resonó como un recordatorio de la unidad nacional por encima de las rivalidades políticas. Este llamado cobra especial relevancia en un contexto de polarización, donde cualquier cuestionamiento al veredicto popular podría erosionar la confianza en las instituciones y amenazar la estabilidad del país.
El evento marca un hito histórico: es la primera segunda vuelta presidencial en Bolivia, habilitada por la Constitución Política del Estado de 2009. Hassenteufel enfatizó que esta jornada “quedará grabada en la historia nacional”, al tiempo que instó a los más de 7,9 millones de electores habilitados a no faltar a su deber cívico. “Es imprescindible que todos acudan a las urnas; nadie se quede en su casa, porque la patria nos necesita con el voto para elegir a los próximos gobernantes”, apuntó. De estos votantes, 7.567.207 están inscritos en territorio nacional y 369.931 lo harán desde mesas en el extranjero, lo que refleja el alcance global de la diáspora boliviana.
En un tono de urgencia, la autoridad electoral recordó que Bolivia vive desde 1982 una “primavera democrática” frágil, lograda tras décadas de dictaduras y conflictos. “No podemos echar por la borda ese logro; nuestra democracia es delicada y por eso hay que fortalecerla”, advirtió Hassenteufel. Este mensaje no solo busca alentar la participación –clave para legitimar el resultado–, sino también prevenir tensiones postelectorales que podrían desestabilizar la economía y la gobernabilidad en un año marcado por desafíos como la inflación y la migración.
El acto de inauguración contó con la presencia de figuras clave: autoridades nacionales y locales, jefes de misiones de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), embajadores y representantes diplomáticos. Su asistencia subraya el interés internacional en unos comicios que Bolivia realiza en paz y con transparencia, fortaleciendo su imagen como nación comprometida con el Estado de derecho.
Para los bolivianos, esta segunda vuelta no es solo una elección, sino una oportunidad para consolidar una democracia inclusiva y resiliente. Mientras las urnas permanecen abiertas hasta las 18:00, el TSE monitorea el proceso para garantizar su integridad, recordando que el verdadero ganador será un país unido por la voluntad de su gente.
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