

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que Bolivia cerrará 2025 con una inflación del 20,8% y un crecimiento económico de solo 0,6%. Estas proyecciones, reveladas en el informe de Perspectivas de la Economía Mundial de octubre de 2025, destacan la incertidumbre que impide estimaciones para 2026-2030. El análisis subraya desafíos como el déficit en la balanza de pagos y el desempleo.
Proyecciones clave para la economía boliviana
El FMI advierte que las perspectivas para Bolivia de 2026-2030 se omiten por «importante incertidumbre sobre las perspectivas económicas». Se prevé un déficit del 3,4% en la cuenta de balanza de pagos, resultado de mayores salidas de divisas por importaciones que ingresos por exportaciones. Esto obliga a Bolivia a financiar la diferencia mediante endeudamiento, un problema crónico en los últimos años por la crisis de dólares.
La tasa de desempleo se situará en 5,1% al final de 2025. Estas cifras reflejan una economía estancada, con inflación alta que erosiona el poder adquisitivo de los hogares.
Contexto regional e internacional
En América Latina, Bolivia registrará el menor crecimiento junto a Venezuela (0,5%). Países como Argentina proyectan 4,5% este año y 4% en 2026; Brasil, 2,4% y 1,9%; y Paraguay, 4,4% y 3,7%.
A nivel global, el FMI anticipa una desaceleración del crecimiento mundial del 3,3% en 2024 al 3,2% en 2025 y 3,1% en 2026. Las economías avanzadas crecerán 1,5%, mientras que las emergentes superarán el 4%. Estados Unidos expandirá 2% este año y 2,1% en 2026; China, 4,8% y 4,1%; e India, 6,6% y 6,2%.
La inflación mundial disminuirá, pero persistirá por encima de metas en EE.UU., con riesgos al alza. En Europa, el crecimiento será de 1,2% en 2025 y 1,1% en 2026.
Riesgos y recomendaciones del FMI
El informe destaca vulnerabilidades como la incertidumbre prolongada, el proteccionismo y shocks laborales que podrían reducir el crecimiento global. «Las vulnerabilidades fiscales, correcciones financieras y erosión institucional amenazan la estabilidad», advierte el FMI.
La entidad urge a Bolivia restablecer confianza con políticas creíbles y transparentes. Recomienda ajustes macroeconómicos, recomposición fiscal, preservación de la independencia de bancos centrales y reformas estructurales. En un entorno volátil, con aranceles moderados, pero actividad comercial atenuada, la diplomacia comercial debe ir de la mano con estas medidas.
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