

Una crisis logística por falta de pago mantiene retenidas a más de 600 cisternas cargadas con combustible en la planta de Palmasola, lo que agrava el desabastecimiento en el país. La Federación de Empresarios Cisternistas del Oriente alertó que el volumen retenido, suficiente para abastecer la demanda nacional hasta por ocho días, no puede ser distribuido.
Sergio Kosky, presidente del gremio, en entrevista con red Uno, reveló que cada cisterna tiene una capacidad promedio de 35.000 litros, acumulando entre 18 y 20 millones de litros de diésel y gasolina. Según Kosky, la política de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de solo descargar al momento de pagar el producto tiene paralizadas a algunas unidades desde hace 10 a 12 días.
YPFB atribuye crisis a falta de divisas
Frente a la situación, YPFB admitió que el problema central es un “estructural de dólares” y no un desorden logístico. Marco Eduardo Durán, gerente de productos derivados de la estatal, explicó a red Uno que la empresa requiere aproximadamente 65 millones de dólares semanales para sus operaciones, pero la asignación recibida la semana pasada fue de solo 36 millones.
Durán señaló que la falta de aprovisión de divisas se debe directamente a la no aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), lo que impide cumplir con los pagos a proveedores y, por ende, a los cisternistas.
Impacto en el suministro y medidas anunciadas
Kosky advirtió que Santa Cruz, siendo el mayor consumidor de diésel de Bolivia, sufre un impacto crítico por esta paralización, afectando al transporte, el agro y la economía en general. Subrayó que con el combustible varado se podría abastecer al país entre seis y ocho días y aliviar las largas colas en las estaciones de servicio.
Por su parte, YPFB anunció un plan de normalización progresiva. Durán garantizó que, a partir de este miércoles, la distribución de gasolina se restablecerá al 100% a nivel nacional gracias a la llegada de un buque con 50 millones de litros a Sica Sica. Para el diésel, se esperan dos buques en Arica los días 21 y 23 de octubre para incrementar progresivamente el abastecimiento actualmente al 80%.
Ambas partes coinciden en la gravedad del problema, pero mientras los cisternistas exigen soluciones inmediatas para descargar, YPFB asegura que la superación de la crisis depende de un flujo estable de divisas.
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