

El ejército israelí inició este viernes el repliegue de sus tropas en la Franja de Gaza, tras la entrada en vigor de un alto el fuego acordado con Hamás. La retirada, parcial y hacia posiciones fuera de las líneas establecidas, permitió que cientos de palestinos desplazados comenzaran a regresar a sus hogares en el norte del territorio, donde encontraron una devastación generalizada.
Repliegue militar y condiciones del acuerdo
Según un comunicado oficial, las fuerzas israelíes se están retirando conforme al plan acordado en Sharm el-Sheikh. El acuerdo establece que Hamás dispone de 72 horas para liberar a todos los rehenes israelíes, vivos y muertos. A cambio, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos.
Desplazados enfrentan la destrucción
Inmediatamente después del inicio del repliegue, cientos de personas fueron vistas caminando por la carretera costera hacia el norte de Gaza. Testigos y corresponsales reportaron que residentes de barrios como Sheikh Radwan, al-Karama y Beach Camp regresaron para encontrar bloques de viviendas enteros arrasados. La infraestructura de la zona sufrió graves daños tras semanas de intensos bombardeos.
Residentes documentan la devastación
Decenas de videos en redes sociales muestran a residentes caminando entre los escombros de lo que fueron sus hogares. En uno de ellos, un hombre exclama: «Miren la magnitud de la destrucción, lo han arrasado todo». Mientras algunos documentaban las ruinas, otros ayudaban a los equipos de Defensa Civil de Gaza en las labores de recuperación de cadáveres.
Labores de rescate con recursos limitados
Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, informó que ocho cadáveres fueron recuperados este viernes por la mañana en el norte del territorio. Subrayó que los equipos de rescate continúan la búsqueda «con recursos muy limitados» en las zonas afectadas.
Miles esperan regresar
Se estima que unas 700.000 personas desplazadas de la ciudad de Gaza y del norte aguardan ansiosamente que se complete la retirada israelí para poder regresar. Alaa Saleh, un profesor que huyó a Jan Yunis con su familia, declaró su determinación de volver: «Mi casa fue destruida. Vivía en una tienda de campaña sobre las ruinas y volveré a montar la mía. Solo queremos reconstruir».
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