

El subsidio a los combustibles (gasolina y diésel) en Bolivia ha alcanzado los 14.000 millones de bolivianos hasta septiembre de 2025, representando una carga significativa para el Tesoro General de la Nación (TGN).
Esta cifra fue revelada este lunes por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, durante una conferencia de prensa en La Paz. El objetivo es evitar shocks sociales como el ocurrido en Ecuador tras la eliminación abrupta de subsidios similares, afirmó la autoridad.
Montenegro enfatizó que, pese al alto costo, el gobierno prioriza la estabilidad social. «La subvención está en un nivel de unos 14 mil millones de bolivianos. Es un gasto fuerte que hace el TGN, pero lo hacemos con la idea de no generar lo que ha pasado en Ecuador, vean la lección aprendida de este país vecino», precisó el ministro.
Caída en exportaciones de gas natural agrava el déficit
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las importaciones de combustibles y lubricantes —principalmente diésel y gasolina— alcanzaron los 1.941,3 millones de dólares en el período analizado, con 1.931,4 millones en productos elaborados y 9,8 millones en básicos. Esto genera un déficit en la balanza comercial energética de 1.176 millones de dólares, una tendencia al alza que presiona las finanzas públicas.
En contraste, las exportaciones de gas natural entre enero y septiembre de 2025 sumaron 765,3 millones de dólares, un 34,5% menos que en el mismo período de 2024. Bolivia vende este recurso principalmente a Brasil, lo que resalta la dependencia de un solo mercado.
Evolución del déficit energético en años recientes
El 2024 cerró con exportaciones de gas por 1.614,6 millones de dólares, la cifra más baja de los últimos años, mientras las importaciones de gasolina y diésel totalizaron 2.611,7 millones de dólares —879,3 millones en gasolina y 1.732,4 millones en diésel—. El resultado fue un déficit energético de 977,1 millones de dólares.
En 2023, este desbalance fue de 796,2 millones de dólares, y en 2022 apenas 18 millones, marcando el primer año de balanza negativa en el sector. Antes de 2022, Bolivia exportaba más energía de la que importaba, pero la declinación en reservas de gas ha invertido esta dinámica.
El ministro Montenegro no detalló medidas futuras, pero el subsidio actual busca mitigar el impacto en consumidores y transportistas ante el creciente déficit. Fuentes del INE confirman que estas cifras reflejan la vulnerabilidad del sector hidrocarburífero boliviano.
Sé el primero en dejar un comentario