El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas, informó que se tiene fotos y videos de personas posiblemente implicadas en la muerte de cinco militares del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) por lo que no se descarta que se trató de un atentado planificado por organizaciones criminales.
“Es un atentado perpetrado por contrabandistas, que no han tenido ningún reparo ni respeto a la vida de estos militares que solamente estaban cumpliendo con un mandato constitucional, que es la lucha contra el contrabando (…) Tenemos algunas fotografías de personas y vehículos que probablemente han participado en esta situación”, aseguró.
Los militares retornaban en un vehículo a su centro de operaciones tras un operativo anticontrabando. Lo primero que se informó fue que el vehículo se despeñó con el saldo de los cinco ocupantes muerto, pero las pesquisas dieron un giro y ahora se habla de un atentardo.
“Esto no ha sido un accidente, ha sido un atentado criminal”, remarcó Vargas en entrevista con ATB.
Los indicios que ahora refuerzan esta teoría son el hallazgo de botellas con gasolina, la cabina del motorizado es la única parte quemada, los tanques de combustible están intactos y no existen indicios que el motor haya producido chispas para iniciar el fuego. A todo eso se suma un audio que circula en las redes sociales.
En la grabación que circula en las redes se escucha celebrar lo ocurrido. “Esos hijos de… se están quemando vivos, tanto que hacen llorar a la gente estos maleantes”, se oye en el audio que es analizado por los investigadores.
El hecho ocurrió entre la noche y la madrugada del 9 de enero, de manera preliminar se informó sobre un accidente de tránsito.
Las víctimas, según la pesquisa, comisaron un vehículo de contrabando, una camioneta de alta gama que estaba transportando varias cajas de pescados. El motorizado fue transportado a depósitos de la Aduana Nacional y a su retorno los cinco militares sufrieron el atentado.
Se trata de Yamil Argani Espinoza, José María Romero Chambi (subtenientes); Braulio Pacaje Mamani, Ruddy Mendoza Vicencio y Vladimir Pacasi Flores (sargentos) quienes, según información preliminar, realizaban trabajos de interdicción al contrabando. Los efectivos tuvieron un ascenso póstumo.