El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, justificó el artículo 8 del Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 que permite al Ejecutivo contraer deuda internacional por un valor hasta de 700.000.000 de dólares para atender contingencias en desastres naturales. A diferencia del conducto regular que debe pasar cualquier préstamo, esa línea de crédito no necesitará aval de la Asamblea Legislativa.
“Se autoriza a la Ministra(o) de Planificación del Desarrollo, en el marco de lo establecido en el numeral 10 del Parágrafo I del Artículo 158 y el Artículo 322 de la Constitución Política del Estado, a suscribir con organismos multilaterales, en nombre y representación del Estado Plurinacional de Bolivia Líneas de Crédito Contingentes, por un monto de hasta $us 700,000,000.00 (setecientos millones 00/100 de dólares estadounidenses) o su equivalente en otras monedas”, señala el artículo 8 de la ley del PGE 2024.
Pese a ser observado en la Cámara de Diputados, porque la Constitución establece que los créditos con organismos internaciones deben ser aprobados en la Asamblea Legislativa, la norma entró en vigencia desde el 1 de enero.
“Este artículo está relacionado con las contingencias y está en una línea contingente para el tema de desastres climatológicos, desastres naturales. Imagínense que, ante un desastre natural, se tenga que seguir todo un proceso parecido a la aprobación de un crédito común y corriente. Justamente, una línea de contingencia es para una emergencia, para ser usado oportunamente: en la oportunidad y en el debido momento”, argumentó el ministro de Economía en conferencia de prensa.
En las últimas semanas, el Gobierno protestó contra el Legislativo por no aprobar cerca de una decena de créditos internacionales. Los legisladores comenzaron a observar el nivel de deuda externa y algunos adelantaron que no aprobarán más préstamos porque significa hipotecar más al país.
Con lo dispuesto en el PGE 2024, el Gobierno podrá acceder a líneas de crédito, sin tener el consentimiento de la Asamblea Legislativa, para atender contingencias medioambientales que se harán presentes en el país durante casi todo el año.
La gestión habitualmente comienza con inundaciones, riadas, desborde de ríos, por las excesivas precipitaciones pluviales. Luego llega el periodo de invierno, con heladas que afectan a los cultivos, principalmente en el sur del país. Después, junto a la época de sequía, los incendios suelen incrementarse hasta el penúltimo trimestre del año. Es decir, el Gobierno podrá recurrir a esa línea de crédito de forma directa durante casi todo el año.