

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva para renombrar el Departamento de Defensa como Departamento de Guerra, restaurando la denominación que tuvo desde 1789 hasta 1947. El anuncio, realizado desde el Despacho Oval, busca proyectar una imagen de fuerza militar en un contexto global competitivo. Acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, Trump justificó la medida como un reflejo de la postura actual de Estados Unidos.
Un nombre con raíces históricas
El Departamento de Guerra fue establecido en 1789 por George Washington tras la Guerra de Independencia. Según Hegseth, bajo este nombre, Estados Unidos logró victorias en conflictos como la Primera y Segunda Guerra Mundial. El cambio a Departamento de Defensa en 1947 marcó un enfoque más diplomático durante la Guerra Fría, pero Trump argumenta que el término “Defensa” es “demasiado defensivo” para los desafíos actuales.
Implicaciones y críticas
El Pentágono, sede del ahora Departamento de Guerra, emplea a más de tres millones de personas, entre militares y civiles. Aunque las Fuerzas Armadas estadounidenses siguen siendo las más potentes del mundo, enfrentan una creciente competencia de China. La orden ejecutiva permite usar “Departamento de Guerra” como título secundario en correspondencia oficial y ceremonias, pero un cambio permanente requiere aprobación del Congreso.
Críticos advierten que el cambio, con un costo estimado de 45 millones de dólares, podría ser innecesario y distraer de prioridades de seguridad. Además, algunos expertos sugieren que la nueva nomenclatura podría generar tensiones con aliados y adversarios al proyectar una postura más beligerante.
Contexto global y proyección de fuerza
El cambio coincide con un aumento en el uso del ejército para tareas de orden público, como despliegues en la frontera y ciudades como Los Ángeles y Washington D.C. Trump, quien asegura haber finalizado siete conflictos en su segundo mandato, busca reforzar la imagen de Estados Unidos como potencia militar indiscutible. La medida también refleja su admiración por demostraciones de fuerza, como el reciente desfile militar de China por el 80 aniversario de su victoria sobre Japón.
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