La Cámara Forestal de Bolivia (CFB) y datos oficiales de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) cada año se deforestan unas 200 mil hectáreas (ha), de los cuales, el sector forestal solo hace uso de 10 millones de ha., bajo manejo forestal de los cuales solo 2 millones están en manos de las empresas madereras a través de Autorizaciones Transitorias Especiales (ATE).
La Ley 337, permite al Estado otorgar títulos de derechos agrarios y la deforestación en tierras de vocación forestal.
El sector forestal genera un movimiento económico por encima de $us1.000 millones por año. 90 mil familias se benefician de manera directa de la actividad forestal y 180 mil familias de manera indirecta.
El Choré es una Reserva Forestal inexistente, hoy en día se observa agricultura y plantaciones de coca. La Cámara Forestal de Bolivia, demanda al Estado seguridad jurídica para los suelos que son de vocación forestal.
En los últimos 20 años se calcula que entre 40% a 50% de la deforestación en el país, se da en bosques o suelos de vocación forestal.
Jorge Ávila, Gerente General de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), explicó que la incidencia de la deforestación en tierras forestales es elevada y perjudicial, ya que es una deforestación descontrolada y muchas veces solo tiene el propósito de consolidar asentamientos para después justificar la obtención de un título agrario.
Ávila indicó que, “el Estado es promotor de la deforestación dañina e inapropiada. El mejor ejemplo de esta afirmación, es la Ley 337 de Reposición de Bosques, donde se reconoce y habilita legalmente al Estado para otorgar derechos agrarios en tierras de vocación forestal y permitir que se deforesten hasta un 20% de dichos predios, así sean éstos de vocación forestal o Tierras de Producción Forestal Permanente (TPFP), violando flagrantemente la CPE.
“En los hechos, realidad es que terminan deforestando el 100% del predio”. “Es lamentable la poca valoración que el Estado le da a los bosques del país”, señaló.
“El Estado ha olvidado su verdadero rol y han hecho caso omiso de la realidad ecológica, cultural y ambiental de los bosques, y en la gran mayoría de los casos, se han vuelto promotores de la destrucción del medio ambiente”, expresó el representante de la CFB.
El Decreto Supremo 26075 denominado “Tierras de Producción Forestal Permanante”, establece que el país tiene 28 millones de hectáreas destinadas exclusivamente para la producción forestal, el sector solo hace uso de 10 millones de ha., bajo manejo forestal, de las cuales apenas 2 millones están bajo derecho forestal empresarial es decir cuentan con Autorizaciones Transitorias Especiales (ATE) otorgadas por el Estado (antes llamadas Concesiones Forestales) y el resto están en manos de pueblos indígenas, comunidades campesinas, algunos propietarios privados y Agrupaciones Sociales del Lugar (ASL). Hay un porcentaje no determinado oficialmente, de tierras fiscales. El mismo Decreto destina aproximadamente 25 millones de hectáreas para áreas protegidas (parques nacionales, departamentales y municipales, etc.), de los cuales, resalta Ávila, que la mancha verde en su totalidad no tiene otro objetivo que, de conservación del medio ambiente y manejo forestal, lo cual, lamentablemente, no se está respetando en la actualidad.