El juicio oral contra Marcel Rivas, exdirector de Migración, por la fuga de los exministros Arturo Murillo y Fernando López, inició la jornada pasada en el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz; la defensa legal sostuvo que no existen elementos para inculpar a su cliente porque habría renunciado días antes de la salida ilegal de ambas exautoridades.
El 19 de noviembre de 2020, 11 días después de que Luis Arce asumiera la presidencia del Estado, Marcel Rivas se convirtió en el primer aprehendido del gobierno interino de Jeanine Áñez y desde entonces permanece recluido en el penal de San Pedro.
El exfuncionario tiene en su contra dos juicios, uno por la salida de los dos exministros y otro por la emisión de 455 alertas migratorias durante el gobierno interino.
“Se ha producido la apertura de juicio oral en contra de Marcel en el tema específicamente de la salida ilegal de los exministros el señor Murillo y el señor López. Se instaló la audiencia y hemos avanzado hasta la producción de pruebas. El Ministerio Público está presentado tres testigos, nosotros vamos a ver nuestra prueba más adelante”, dijo Karlo Brito, abogado del exfuncionario, en conversación con la ANF.
El jurista explicó que su cliente presentó su renuncia el 28 de octubre de 2020, 11 días antes que Luis Arce asuma la Presidencia. El 4 de noviembre de ese año le aceptaron la carta de renuncia y al día siguiente los exministros salieron del país. Por tanto, Marcel Rivas no tenía ninguna responsabilidad laboral.
“Tienen a Marcel Rivas con una detención preventiva arbitraria, de manera ilegal, porque hoy nos hemos dado cuenta que la acusación es tan inconsistente que no tiene ni un solo elemento que pueda establecer la responsabilidad de Marcel Rivas; no tienen pruebas para afirmar que Marcel hubiera facilitado la salida de los exministros el año 2020 de Bolivia”, dijo el abogado.
Sin embargo, la teoría de la Fiscalía es distinta, no reconocen la carta de renuncia, también afirman que solicitaron la alerta migratoria a las 14:56 del 5 de noviembre y los dos prófugos ingresaron a Brasil a las 17:30, por tanto, debían ser aprehendidos. Ese es el fondo de la acusación en contra de Rivas.
Actualmente, Arturo Murillo está preso en Estados Unidos y fue condenado por el delito de lavado de dinero; mientras que Fernando López, se encuentra asilado en el Brasil.
Para el diputado opositor Alejandro Reyes, los dos juicios que enfrenta Rivas tienen un claro tinte político, porque él no tenía responsabilidad en la fuga de los dos exministros; además, el Gobierno ni siquiera tomó en cuenta su estado de salud.
“No solamente echándole la culpa, no sólo montándole (un proceso) de a poco, sino armándole casos, sin respetar la condición la salud que él tiene, le falta un riñón. Por lo tanto, él debería tener un tratamiento médico, lastimosamente no le permiten prácticamente ningún tipo de curación”, aseveró Reyes.
Para el diputado Renán Cabezas (MAS), el inicio del juicio oral demoró dos años y 8 meses porque el propio acusado no quiere enfrentar las acusaciones y aseguró que es otra de las muestras de la corrupción en la justicia.
El abogado defensor recordó que Rivas fue operado cuando lo aprehendieron y perdió un riñón, pero ese estado de salud no fue respetado por el Gobierno que lo encarceló sin pruebas. Hoy sigue recluido en San Pedro y sobrevive con un difícil tratamiento médico.
Rivas fue uno de los principales colaboradores de Arturo Murillo, quien no dudó en designarlo como director de Migración el 19 de noviembre de 2019, una semana después que Jeanine Áñez asumiera la presidencia del Estado de forma interina.