

Israel amenazó directamente al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, luego de que misiles iraníes impactaran en un hospital del sur de Israel y edificios residenciales cerca de Tel Aviv, dejando más de 240 heridos. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró que Jamenei «no debe continuar existiendo», mientras Israel respondió bombardeando un reactor nuclear iraní.
Ataque a hospital y escalada de violencia
Un misil iraní alcanzó el Centro Médico Soroka en Beersheba, dañando un edificio de cirugía evacuado previamente. Aunque no hubo muertos, 70 personas sufrieron heridas leves. El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió una respuesta contundente: «Cobraremos el precio completo a los tiranos en Teherán».
Irán ha lanzado más de 400 misiles y drones contra Israel en los últimos días, con un 90% interceptados por defensas como el Domo de Hierro. Sin embargo, un misil con múltiples ojivas usado el jueves representó un nuevo desafío para las defensas israelíes, según un oficial anónimo.
Israel ataca reactor nuclear iraní
Aviones israelíes bombardearon el reactor de agua pesada de Arak, clave para la producción de plutonio, aunque Teherán aseguró que «no hay peligro de radiación». Israel justificó el ataque como una medida para impedir el desarrollo de armas nucleares.
Contexto diplomático y tensiones
EE.UU. involucrado: Donald Trump vetó un plan israelí para asesinar a Jamenei, pero no descartó sumarse a futuras acciones.
Irán se defiende: El régimen insiste en que su programa nuclear es pacífico, pese a enriquecer uranio al 60%.
Diplomacia en juego: El canciller iraní viajará a Ginebra para reunirse con europeos, en un intento por desescalar la crisis.
Cifras clave
240 heridos en Israel por los misiles iraníes (4 graves).
639 muertos en Irán, incluidos 263 civiles, según grupos de derechos humanos.
24 fallecidos en Israel por los ataques desde el inicio del conflicto.
La escalada marca uno de los momentos más tensos entre ambos países, con amenazas directas a líderes y ataques a infraestructura crítica. Mientras Israel promete represalias, la comunidad internacional observa si la diplomacia logrará frenar una guerra abierta.
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