

Distintos sectores gremiales y organizaciones vecinales tomaron las calles este lunes en Santa Cruz, La Paz y Oruro para protestar por el incremento de precios en productos básicos, la escasez de combustibles y la crisis económica. Las movilizaciones, que se desarrollaron de manera simultánea, incluyeron reclamos contra el Gobierno nacional y amenazas de radicalizar las medidas si no hay respuestas.
Santa Cruz: «El Gobierno busca culpables donde no los hay»
En Santa Cruz, los gremiales marcharon por el centro de la ciudad. Edgar Álvarez, representante del sector, acusó al Gobierno de Luis Arce de intentar culpar a los comerciantes por la crisis.
«No vamos a permitir que el Gobierno atente contra la libertad, la propiedad privada y el derecho al trabajo», declaró Álvarez. Además, denunció que el Ejecutivo los acusa de especulación y agio, mientras la canasta familiar sigue encareciéndose.
La Paz: «No tenemos qué vender, la gente no compra»
En La Paz, la Federación Departamental de Gremiales se movilizó por la avenida Mariscal Santa Cruz. Zenón Mamani, dirigente del sector, aseguró que la situación es crítica:
«Todo está caro, la gente ya no compra, y si no vendemos, no comemos». Mamani exigió la renuncia del Gobierno, al que calificó de «sinvergüenza» por no resolver la crisis.
A la protesta se sumó la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), que marchó hacia la Plaza Murillo exigiendo soluciones urgentes ante la escasez de dólares y el alza de precios.
Bloqueos y amenazas de radicalización
Mientras tanto, en el eje troncal (La Paz-Cochabamba-Santa Cruz), seguidores de Evo Morales bloquearon al menos 9 puntos, suspendiendo los viajes interdepartamentales.
Por otro lado, los Ponchos Rojos se sumaron a las protestas en La Paz. David Mamani, su dirigente, dio un ultimátum de 72 horas al presidente Arce para que renuncie, amenazando con bloqueos si no cumple.
Respuesta del Gobierno
Frente a las manifestaciones, el Ejecutivo ordenó el cierre del kilómetro 0 en La Paz para evitar el ingreso de manifestantes al centro de poder. Además, la Policía reforzó la seguridad en la Plaza Abaroa, donde el Tribunal Supremo Electoral sigue resguardado ante posibles intentos de toma por parte de simpatizantes de Morales.
Las protestas reflejan el descontento generalizado por la crisis económica, con gremiales y vecinos exigiendo respuestas inmediatas. Los dirigentes advirtieron que, de no haber soluciones, intensificarán las medidas de presión.
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