

Brasil y más de 20 países africanos cerraron este viernes un acuerdo clave para combatir el hambre y promover el desarrollo rural sostenible, durante el segundo diálogo bilateral sobre seguridad alimentaria celebrado en territorio brasileño. Las delegaciones reafirmaron su compromiso con políticas públicas que prioricen la agricultura familiar, la soberanía alimentaria y la resiliencia climática, ante el aumento de la pobreza rural agravada por crisis globales.
Avances y desafíos compartidos
Tras cinco días de sesiones, los participantes reconocieron progresos desde el primer diálogo en 2010, pero alertaron sobre el impacto persistente del hambre, la desigualdad y los efectos del cambio climático. La inflación alimentaria, los conflictos armados y la reducción de financiamiento internacional fueron identificados como obstáculos críticos.
Agricultura familiar como eje central
El acuerdo destacó la agricultura familiar como pilar para generar empleo, preservar la biodiversidad y garantizar seguridad alimentaria. Programas como la alimentación escolar y las compras públicas de alimentos a pequeños productores fueron señalados como modelos replicables. Además, se respaldó la Década de la Agricultura Familiar de la ONU (2019-2028) para movilizar recursos hacia planes rurales.
Cooperación científica y financiera
Las partes impulsarán un programa de becas para investigadores africanos en Brasil y fortalecerán una red conjunta de innovación agropecuaria. También se pidió mayor acceso a financiamiento climático para grupos vulnerables, integrando saberes tradicionales en políticas ambientales.
Alianzas globales y próximos pasos
Los países respaldaron la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, iniciativa brasileña en el G20, e instaron a más naciones a sumarse. La pesca sostenible y la economía azul africana fueron incluidas como prioridades. Al cierre, las delegaciones agradecieron a Brasil por su liderazgo y se comprometieron a convertir los acuerdos en acciones concretas.
Este diálogo refuerza la cooperación Sur-Sur en un contexto de crisis múltiples, con enfoque en soluciones locales y sostenibles. Los compromisos adquiridos buscan traducirse en mejoras tangibles para millones de personas afectadas por la inseguridad alimentaria en ambas regiones.
(con información de agencias)
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