

Desde marzo de 2020, la calificación crediticia de Bolivia ha sido rebajada ocho veces por Moody’s, una de las principales agencias de evaluación de riesgo. La última rebaja, anunciada el 17 de abril de 2025, llevó la nota de Caa3 a Ca, un nivel que indica un alto riesgo de incumplimiento de deuda.
¿Por qué sigue cayendo la calificación de Bolivia?
La serie de rebajas comenzó con la crisis económica global desencadenada por la pandemia de Covid-19 en 2020. Desde entonces, Bolivia ha enfrentado desafíos estructurales que han deteriorado su solvencia crediticia:
- Caída de reservas internacionales: Entre 2014 y 2024, las reservas netas disminuyeron un 90%, limitando la capacidad del país para responder a choques externos.
- Déficit fiscal crónico: Bolivia ha registrado déficits fiscales durante 11 años consecutivos, aumentando la presión sobre las finanzas públicas.
Deuda pública elevada: La deuda supera el 80% del PIB, un nivel considerado insostenible por los analistas. - Inestabilidad cambiaria: El tipo de cambio fijo y los subsidios a los combustibles han generado presiones en la balanza de pagos.
Según Moody’s, estos factores elevan el riesgo de una crisis en la balanza de pagos, con un posible default en el horizonte si no se implementan reformas urgentes.
Perspectiva de los expertos
Fernando Romero, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, calificó la situación como “extremadamente especulativa”. “Bolivia ha pasado de un riesgo sustancial a uno de alta vulnerabilidad”, afirmó. Los analistas coinciden en que, sin cambios estructurales, el país podría enfrentar una reestructuración de deuda con pérdidas significativas para los acreedores.
La respuesta del Gobierno
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, defendió la gestión económica, destacando que Bolivia ha cumplido con sus obligaciones de deuda externa. Señaló que el Banco Central de Bolivia ha utilizado mecanismos como la venta de oro para garantizar los pagos. Sin embargo, los expertos advierten que estas medidas son temporales y no abordan los problemas de fondo.
Desafíos en un año electoral
Con un año electoral en curso, la incertidumbre política complica la adopción de reformas. Moody’s señaló que una mejora en las políticas económicas y la gobernanza podría estabilizar la calificación, pero el tiempo es limitado. Cada rebaja reduce el acceso de Bolivia a financiamiento internacional, encareciendo el costo del crédito.
¿Qué sigue para Bolivia?
La perspectiva de Moody’s sigue siendo negativa, pero un cambio en la gestión económica podría revertir la tendencia. Las autoridades enfrentan el desafío de equilibrar medidas de corto plazo con reformas estructurales para evitar un colapso financiero. Mientras tanto, los inversionistas y el público observan con cautela los próximos pasos del Gobierno.
Sé el primero en dejar un comentario